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  • ¡Vuelve el Desafío SPARK!

    Tenés tiempo hasta el 30 de octubre para presentar propuestas educativas innovadoras en tiempos de aislamiento y pandemia. El Desafío SPARK es un concurso para docentes, directivos y supervisores que trabajan en escuelas de nivel inicial, primario o secundario en contextos rurales de la Argentina. Este concurso se inscribe en el marco de SPARK, un encuentro de ciencia, arte y tecnología, una iniciativa de la Fundación Bunge y Born y la Fundación Perez Companc. Los últimos tiempos estuvieron cargados de desafíos para los alumnos, familias y docentes de nuestro país. La realidad exigió redoblar esfuerzos para dar respuestas creativas que permitieran usar los recursos disponibles -a veces muy escasos o inadecuados- para que los alumnos continúen aprendiendo en situaciones que hasta entonces eran inimaginables. Particularmente, en las comunidades rurales la creatividad de los docentes tuvo que ser la protagonista a la hora de repensar la enseñanza y estamos seguros de que, frente a este enorme desafío, las oportunidades de innovación se hicieron notar. Por eso, el Desafío Spark 2020 es un DESAFÍO, en mayúscula. Este año, invitamos a docentes, directores y supervisores a que compartan aquellas propuestas innovadoras, pensadas para lograr la continuidad pedagógica de los alumnos, que hayan implementado o quieran implementar en el marco del aislamiento y la pandemia. Para participar, cada concursante o grupo deberá completar el formulario de inscripción y enviar un video presentando la propuesta hasta el 30 de octubre. Los ganadores obtendrán una beca de viaje y estadía en Tucumán para participar de SPARK 2021. Además, recibirán un libro electrónico (e-book) para la escuela, cargados con una variedad de textos de literatura para poder usar en la escuela y para hacer circular entre hogares. Se elegirán hasta 15 proyectos ganadores, de los cuales 2 serán de escuelas de frontera y estarán financiados parcialmente por la Asociación Profesional del Servicio Exterior de la Nación. Links relevantes: Formulario de inscripción Bases y condiciones

  • "Este aporte nos va a permitir ampliar nuestra capacidad de análisis de COVID-19 en Chaco"

    Con el desafío de mitigar los efectos del COVID-19 en nuestro país, colaboramos con el Instituto de Medicina Regional (IMR) de la Universidad Nacional del Nordeste para mejorar las capacidades de análisis de las muestras de pacientes infectados en la provincia de Chaco. Para esto, sumamos dos termocicladores PCR en Tiempo Real para diagnóstico de Covid-19, dos computadoras y dos sistemas de protección para instrumental eléctrico. Dialogamos con el Dr. Gustavo Giusiano, investigador del CONICET y jefe del Departamento de Micología del IMR, centro encargado del diagnóstico de COVID-19 en el Chaco, una de las provincias con mayor número de casos positivos. ¿Cuál es el trabajo que realiza el IMR en el contexto de pandemia? A mediados de abril el instituto se sumó al Desafío COVID-19 para asistir al Ministerio de Salud Pública de la provincia del Chaco y ampliar la capacidad de procesamiento de las muestras para diagnóstico. Para eso se conformó un grupo especial de investigadores y de becarios de la UNNE y del CONICET. ¿De dónde provienen las muestras para el análisis? Las muestras provienen de pacientes sintomáticos derivadas del Ministerio de Salud Pública de Chaco. Las muestras provienen en gran medida, del interior de la provincia y del cinturón del Gran Resistencia. Hasta el momento llevamos analizadas más de 3.000 muestras, en lo que va de la pandemia. Esta tarea la hacemos de manera coordinada con el Ministerio y con el Hospital Perrando de la provincia del Chaco, donde también se testean muestras. ¿Qué metodología utilizan para el diagnóstico? Trabajamos con la técnica de PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa, por sus siglas en inglés) en Tiempo Real, que nos permite detectar el material genético del virus a partir de muestras respiratorias: hisopado nasofaríngeo e hisopado nasal, que nos son derivadas. Es una técnica a través de la cual se extrae el ARN del virus, se amplifica, y permite ser cuantificado de manera simultánea. ¿De qué manera el aporte de la Fundación Bunge y Born ayudará al trabajo que realizan? Es un gran aporte el que hizo a Fundación, ya que el Instituto de Medicina Regional, si bien tiene una gran trayectoria y prestigio, no cuenta en este momento con un equipo propio con el cual realizamos los análisis. Hasta el momento el equipamiento era prestado por el Instituto Agroforestal. La adquisición de estos dos termocicladores, junto a otros elementos técnicos, nos va a permitir ampliar nuestra capacidad de análisis de COVID-19 así como abrir nuevas posibilidades para otras investigaciones. ¿Además de las tareas de diagnóstico de COVID-19, qué otras investigaciones se realizan en el instituto? Trabajamos desde hace varias décadas en el estudio de una serie de patologías de gran presencia en la provincia, como el Chagas o la Paracoccidioidomicosis, enfermedad en la que registramos más del 50% de los casos del país. El IMR es un centro de referencia para muchas de estas patologías y, con la incorporación de este equipamiento específico, nuestras líneas de investigación van a poder explayarse y generar proyectos de mayor envergadura, aportando al estudio, al conocimiento y al diagnóstico de estas patologías infecciosas.

  • Investigadores explican cómo se analizan las muestras de COVID-19

    En poco más de 5 meses de arduo trabajo el equipo de profesionales e investigadores abocados al análisis de muestras para Covid-19 en el Instituto de Medicina Regional de la Universidad Nacional del Nordeste, ya superó las 10 mil pruebas. Cómo es el proceso detrás de cada testeo y quienes se ocupan de tan importante tarea que implica largas horas de trabajo, estrés por los riesgos e incluso la formación de colegas para otros centros de diagnóstico. El Litoral, 21 de septiembre de 2020.- “Estamos cansados pero sabemos que nuestro aporte es vital para la comunidad del Chaco y nuestra Universidad al frente de esta problemática”, entienden los investigadores que desde fines de marzo pasado trabajan sin mayor descanso pero motivados por el profesionalismo, la vocación de servicio y las ganas de sumar, puntualmente a partir de la detección precoz del virus, a fin de paliar el contagio de esta epidemia. Ese mismo mensaje le transmitieron a la rectora Delfina Veiravé, cuando le comunicaron que se habían superado los 10.000 diagnósticos. “Un enorme esfuerzo de todo el grupo que procesa unas 150 muestras diarias. Así desde fines de marzo sin sábados, ni feriados y cada vez más y más horas por día ponen su vocación de servicio y su amor por el trabajo, sorteando dificultades, obstáculos, estrés y temores. ¡Aplausos de pie para estxs universitario/as que nos dan orgullo!”, escribió la Rectora en su cuenta personal de Facebook. El reconocimiento que el equipo recibió en redes sociales fue alentador, y llegó luego también desde el Consejo Superior de la UNNE. En la sesión del miércoles pasado, quienes integran el cuerpo se sumaron al agradecimiento por tan importante labor y significativo aporte para el Chaco y la comunidad toda. Tras la aparición de los primeros casos de virus en la provincia, el IMR fue convocado, como el segundo centro de diagnóstico de Covid-19 para el Chaco, además del Hospital Perrando. Desde entonces, el Instituto dirigido por el Dr. Luis Merino, estuvo a disposición y se conformó el “Grupo Covid del IMR” integrado por investigadores, becarios y exbecarios. Bajo la coordinación de los doctores Gustavo Emilio Giusiano (Área Micología del IMR, investigador de CONICET, bioquímico, Dr en Ciencias Médicas-UBA, PhD de la Universitá di Pavia, Italia y presidente de la Asociación Argentina de Microbiología) y Raúl Horacio Lucero del Área Biología Molecular, el grupo está compuesto por especialistas con destacada formación académica, provenientes de la biología, la bioquímica y la genética. “Una de las fortalezas que tenemos específicamente en este grupo de personas muy bien formadas”, asegura Lucero, bioquímico UNNE, Dr. en Bioquímica Humana-UBA y exbecario de investigación en la Fundación Bunge y Born. Justamente fue esta Fundación la que donó al IMR, semanas atrás, dos equipos completos de PCR Real Time (aproximadamente 60.000uSs) luego de enterarse que el Instituto no contaba con equipos propios para esta ardua tarea. Sin duda un reconocimiento a la labor, el compromiso y la trayectoria de sus investigadores. Integran este equipo: Laura Formichelli, bioquímica de la UNNE y Mgtr. en Microbiología Molecular, ANLIS, Dr. Carlos G. Malbrán; Griselda Oria, profesora de Biología, Lic. En Zoología y Dra. en Biología de la UNNE (FACENA), becaria de la UNNE (inicio y perfeccionamiento), becaria del Ministerio de Salud de la Nación y becaria de la SPU (Sec Políticas Universitarias); Carolina Alonso, Lic. en Genética de la UNAM. Dra, en Biología de la UNNE. Becaria de finalización de doctorado CONICET; Bettina Brusés, Profesora de Biología, Lic. en Zoología de la UNNE, becaria de la UNNE (iniciación y perfeccionamiento) y master en Ciencias del Medio Ambiente y la Salud (UNNE). También Ailín Sotelo, Bióloga (UNNE), dos becas CIN de pregrado, beca de postgrado de la UNNE, beca de postgrado de CONICET y Doctorando de Farmacia y Bioquímica de la UBA; Malena Schanton, bióloga de la UNNE, Becaria doctoral y postdoctoral de CONICET, Dra. de la Universidad de Buenos Aires, Área Química Biológica; Javier Mussín: bioquímico de la UNNE, Dr. de la Universidad de Buenos Aires, becario doctoral de CONICET, actual becario posdoctoral CONICET; Florencia Rojas, bioquímica de la UNNE, master en Micología Médica (UNNE), Dra. de la UBA e investigadora en salud de CONICET; Xiomara Chevoievsky, licenciada en Genética UNAM, Agustina Biancalani, Bioquímica de la UNNE y Mariana Climent, Técnica en Gestión y Administración de la UNNE. La labor de este plantel comenzó con un promedio de 25 muestras diarias y hoy, a casi 6 meses, se llegan a analizar hasta 170 por día. Así, a la fecha, ya llevan unas 10.500 muestras. “Detrás de ese número hay mucho trabajo, muchas horas por día, muy poco descanso, sin sábados, sin feriados, necesitando informar en el día los resultados”, comentó Giusiano durante una entrevista en Radio UNNE 99.7. “nosotros además tenemos que seguir con nuestros propios trabajos de investigación en otras temáticas”. Es importante resaltar que el grupo inicialmente se formó con la suma voluntaria de la mayoría de los integrantes. “Mucho/as son becario/as y ex becario/as, que hubo que convocar porque varios del plantel profesional habitual son de Corrientes y hace meses no pueden cruzar”, explicó el doctor. El proceso Detrás de los números que a diario se conocen sobre los casos de Coronavirus en la provincia del Chaco, hay un sistema organizado y trabajando para la detección, tratamiento de personas afectadas y prevención. Detrás de las cerca de 10.500 muestras analizadas en el Instituto de Medicina Regional, hay también un trabajo que evidencia el profesionalismo del equipo a cargo y la capacidad operativa del IMR. El proceso se dividió en 3 etapas y cada una de ellas está a cargo de respectivos equipos de profesionales. La labor comienza cuando las camionetas de Salud Pública provincial llegan al instituto, ubicado en el Campus Resistencia de la UNNE, para entregar los hisopos que se deberán analizar. “Se reciben las muestras y se hace la inactivación, que es una etapa crítica”, explicó Giusiano en relación al trabajo que los profesionales a cargo realizan en cabina de bioseguridad y con todos los elementos de protección personal indicados. “Eso se hace en un sector del instituto, del laboratorio de Biología Molecular”, especificó. Se avanza luego a la segunda etapa: el procesado inicial “pasa a otro sector donde se hace la extracción de la ARN del virus”, explicó el doctor en relación al trabajo que realiza ya otro grupo del “Equipo Covid del IMR”. Y por último, “se pasa a la parte de PCR en tiempo real (o real time PCR en inglés)”, que se hace en la planta baja del edificio. Así, se desarrolla el proceso que consiste, en resumen, en la extracción del material genético del virus y su amplificación mediante Reacción en Cadena de la Polimerasa en tiempo real. Los tres grupos trabajan en horarios diferentes “para evitar circulación, trabajar más ordenados y ante cualquier posibilidad de posible contagio”, y cumpliendo y respetando las medidas de bioseguridad internacionales, “desde campanas de bioseguridad hasta la distribución espacial de los laboratorios que permite un flujo de personas que no interfieran entre las diferentes etapas de un proceso de biología molecular”, resaltaron los doctores. Así, trabajan por separado, aquellos que manipulan directamente las muestras, quienes hacen extracción de ARN y quienes tienen a su cargo la parte final de esta técnica. “Trabajamos con el virus directamente, y desde fines de marzo no tuvimos ningún contagiado”, destacó Giusiano y lo relaciona no sólo al profesionalismo y conciencia con que se trabaja, sino también al hecho de que “tenemos un instituto con una infraestructura que permite trabajar de esa manera”. “El Instituto de Medicina Regional de nuestra Universidad, tiene un laboratorio especializado, con equipamiento y condiciones de bioseguridad acreditadas y calificadas con parámetros internacionales”, había destacado la rectora Veiravé a inicios de abril pasado, tras la firma del acuerdo con el gobernador del Chaco, Jorge Milton Capitanich. Trabajar en contacto con el virus Lo valorable y destacable de la labor de estos profesionales, se acrecienta aún más si se tiene en cuenta los riesgos que implica el contacto cercano con este virus, aún desconocido por la ciencia mundial y que en poco tiempo provocó una pandemia. A ello, en el IMR específicamente, se suman otros factores que pueden retrasar y volver aún más agotador el trabajo, como la parte más administrativa del proceso y los propios insumos que cambian permanentemente. “Trabajar en la cabina es muy agotador. No solo por el tipo de muestra que uno está procesando, que implica tener todos los cuidados, sino porque a veces son 170 hisopos que procesar. Y no es que lleguen los hisopos y ya se comienza a procesar, eso hay que cotejar con las planillas, que coincida esa muestra con el nombre y número de DNI. Y cuando no coincide hay que rectificar todo eso, por eso a veces lleva mucho tiempo”, señaló Giusiano en declaraciones a Radio UNNE. Las y los profesionales del Instituto de Medicina Regional de la UNNE, no sólo dedican muchas horas de la semana al diagnóstico de Covid-19, sino que deben trabajar además en horarios poco convencionales, como la noche. “Nos tratamos de adecuar a la situación de la provincia, y entonces hay un equipo de inactivación que comienza a las 19 horas y se va a las 22 o a veces más tarde, porque esperan que lleguen las camionetas que vienen del interior provincial con las muestras, para poder procesarlas y que al otro día se puedan tener los resultados”, explicó. Todo el proceso se completa cuando, una vez listo el resultado, se comunica al Ministerio de Salud del Chaco, quien ya tiene a su cargo la comunicación con las personas infectadas. El IMR, formador de recursos humanos Con el correr de los meses y el avance de la pandemia en la provincia, al Hospital Perrando y al Instituto de Medicina Regional de la UNNE, se sumaron otros centros de diagnóstico Covid como el Laboratorio Central y de los hospitales Pediátrico y “4 de Junio”. Allí, el trabajo y la formación académica especializada del equipo del IMR también tuvo gran injerencia: tienen a su cargo la formación de los y las profesionales que allí se desempeñan, en el análisis de muestras para casos sospechosos de Coronavirus. “El IMR es formador de recursos humanos para los demás centros de diagnóstico”, dijo Giusiano al aire de la radio de la Universidad Nacional del Nordeste, y explicó que en el Instituto “se montó un sistema de formación para nuestros profesionales y para los que envíe Salud Pública para que se puedan entrenar en este diagnóstico”. De este modo continúa el trabajo de este grupo de investigadores que apelan como siempre a la conciencia y responsabilidad social. “Que no se relajen en el cuidado”, fue el mensaje que Giusiano dejó a la comunidad por medio de Radio UNNE. Esa es la clave”, aseguró y recordó la situación de otras provincias del país donde la situación parecía estar controlada y sin embargo, a partir de la flexibilización del aislamiento, comenzaron a detectar un considerable número de casos positivos para Covid-19. “Tenemos que mirar eso para seguir cuidándonos, porque es la única vacuna que tenemos. El barbijo, el distanciamiento y el lavado de manos”, concluyó.

  • MásMAT: 15 equipos participaron del taller “Saliendo de la caja”

    El sábado 12 de septiembre se llevó a cabo el Taller “Saliendo de la caja”, en conjunto entre la Fundación Bunge y Born y Oracle. Este taller de Design Thinking, facilitado por un equipo combinado de las dos organizaciones, tuvo como objetivo ayudar a los equipos que van a participar del concurso MásMAT a reflexionar sobre qué se necesita para crear el mejor juego. A su vez, fue una instancia de encuentro para personas que quieren participar del concurso pero aún no forman parte de un equipo, ya que se podía participar solo o con un equipo armado. Más de 60 participantes de distintas localidades del país se reunieron durante cuatro horas para trabajar bajo la metodología de design thinking, donde se buscó pensar desde la empatía con los usuarios y el abordaje interdisciplinario. “Cuando la Fundación Bunge y Born nos invitó a participar de MásMAT nos entusiasmó poder hacerlo no solo desde el punto de vista técnico, sino también en un marco de innovación e impacto”, destacaron desde Oracle y continúan: “El workshop ‘Saliendo de la Caja’ tuvo como finalidad poder acercarles a los participantes del concurso una metodología de trabajo distinta, poniendo más atención a aprender a conocer y entender al cliente/usuario y su contexto con el fin de brindarle la solución que mejor se adecúe a sus necesidades. Por su parte, varios participantes destacaron y agredecieron la oportunidad de interactuar con participantes con formación en distintas profesiones, generando enfoques multidisciplinarios al proyecto. Para saber más sobre MásMAT, ingresá acá.

  • El Senado de la Nación reconoció al Dr. Garibaldi, Premio Estímulo 2019 en Ecología

    UNRN, 16 de septiembre de 2020.- El Senado de la Nación declaró su beneplácito al investigador Lucas Garibaldi, Director del IRNAD UNRN/CONICET, tras haber sido galardonado con el premio Estímulo de Fundación Bunge y Born edición 2019. Los premios científicos Bunge y Born constituyen una valoración de la persona y de la obra científica para la sociedad. Se trata de uno de los reconocimientos más importantes a la actividad científica argentina. El Premio Estímulo a Jóvenes Científicos se instauró a partir de 2001, alternando entre distintas disciplinas científicas, siendo elegida el área de la ecología para la edición del año anterior. El jurado destacó que con base en una impronta cuantitativa y estadística, uno de los aportes más significativos de Garibaldi consistió en la demostración de que la diversidad y abundancia de polinizadores silvestres son más importantes que la abundancia de la abeja doméstica en el servicio de polinización de muchos cultivos. Igualmente, se remarcó el interés por difundir y hacer llegar las implicaciones de sus hallazgos científicos a la sociedad. Garibaldi afirma que “El premio de la Fundación Bunge y Born es un reconocimiento de una organización sin fines de lucro con un reconocimiento y una jerarquía histórica. El reglamento de los premios fue escrito por Houssay. Así que es algo increíble, toda la repercusión que estuvo en los medios y a nivel político. Creo que es algo muy importante para poder difundir las ideas y los resultados que hemos encontrado en las investigaciones que son interesantes, son importantes y que sirven para trasformar la sociedad hacia una mejor calidad de vida”. En cuanto al beneplácito del Senado de la Nación comentó que “este reconocimiento es interesante al ser más público y democrático”. Asimismo mencionó que “Como científicos en ecología tenemos malas noticias y tenemos buenas noticias. Las malas noticias son que estamos destruyendo nuestro capital natural en muy poco tiempo. La buena noticia es que hay muchas propuestas para solucionar estos problemas pero tenemos que actuar urgente”. También enfatizó que “Nosotros como consumidores podemos hacer mucho. En cada decisión de consumo tenemos el poder de cambiar las cosas. Podemos elegir productos que sean saludables, que no dañen el medioambiente, que sean producidos localmente y eso va a mejorar nuestras economías regionales, va a brindar más empleo y va a contribuir al desarrollo del país”.

  • Nuevo acuerdo de capacitación docente en Tucumán

    El acuerdo realizado con el Ministerio de Educación de la provincia de Tucumán lanza un nuevo ciclo de capacitaciones virtuales para docentes de escuelas rurales. En marzo de 2019, la Fundación Bunge y Born y la Fundación Perez Companc, en el marco del Programa Sembrador, firmaron un acuerdo con el Ministerio de Educación de la Provincia de Tucumán, a través del cual se llevó adelante el “Programa de especialización en educación básica para contextos rurales” con sesiones especiales para los docentes tucumanos. En agosto de este año, tras finalizar la cursada, el Ministerio decidió renovar el acuerdo para ofrecer cursos adicionales: “Jugar y aprender matemática en aulas heterogéneas” y “El trabajo por proyectos en escuelas de contextos rurales” estarán disponibles a partir del 21 de septiembre para más de 200 docentes tucumanos. En este contexto, entrevistamos al Lic. Patricio J. Smitsaart, quien forma parte del equipo técnico pedagógico de la Modalidad de Educación Rural del Ministerio de Educación de Tucumán y acompañó personalmente la implementación del programa desde la provincia. FBB: ¿Cómo fue la experiencia con el Programa de especialización? PS: Es muy interesante cómo está pensado y planificado el Programa de Especialización. Como acompañante del Ministerio, sobre todo, fue una grata experiencia. Recibimos muy buenas devoluciones de los docentes y directivos que hicieron el programa. Ellos nos decían que estaban muy contentos porque se habían encontrado con bibliografía que hablaba sobre sus escuelas y que los ayudaba a reflexionar sobre sus prácticas cotidianas en la escuela rural, que era algo que nos faltaba bastante acá, en Tucumán. Por eso, este programa nos vino a aportar mucho. FBB: ¿Qué destacarías del contenido abordado a lo largo de este Programa? PS: Los contenidos del curso están muy bien organizados, son muy relevantes concretamente para la ruralidad. Lo primero que destaco es el abordaje de la definición de la nueva ruralidad, para situar a la escuela en contexto. Y después, a lo largo del programa, se ve cómo trabajar en esas escuelas, con plurigrado o docente único, tomando sus particularidades no como algo negativo sino como una potencialidad, como un desafío concreto el poder pensar en el modo de enseñar y aprender adecuado a esa realidad. En ese sentido, se trabaja sobre el rol pedagógico del director, la articulación entre docentes y la comunidad, el trabajo por proyectos y la enseñanza en aulas heterogéneas, entre otros. Todo el contenido del programa es muy significativo para el trabajo concreto en las escuelas de contextos rurales, pero lo más positivo que destaco es que hay una profunda reflexión teórica, acompañada constantemente de situaciones concretas que permiten iluminar lo que ocurre en la realidad cotidiana de nuestras escuelas. FBB: ¿Qué factores tuvieron en consideración al momento de renovar y ampliar la oferta de cursos? PS: Creemos que las propuestas de capacitación que ofrece el Programa Sembrador, a través de la plataforma Coursera, les sirven concretamente a nuestros docentes porque el material está elaborado teniendo en cuenta la enseñanza en escuelas rurales, particularmente en plurigrado, y hay muy pocos materiales –o casi ninguno– que aborden propuestas de enseñanza con ese enfoque. Queremos que los docentes puedan hacer un trabajo más articulado, interdisciplinario, que genere aprendizajes más significativos en los alumnos. Esperamos que los maestros, directores y supervisores que participen de los cursos puedan encontrar herramientas para llevar a las aulas, que se animen a ubicarse en nuevos paradigmas y a usar nuevas estrategias de enseñanza en sus escuelas. Buscamos que el docente se dé cuenta de que puede modificar sus prácticas y ubicarse a sí mismo, y a sus alumnos, en un lugar mucho más positivo para el aprendizaje. Me gustaría que realmente lo puedan aprovechar muchos docentes y que sirva para la provincia, para ir mejorando de a poco nuestra educación en escuelas de contextos rurales.

  • Nueva publicación: "Vulnerabilidad Sanitaria en Argentina"

    La existencia de desigualdades en el acceso a la salud es un aspecto clave a la hora de diseñar políticas públicas. En relación a esto, tanto en las ciencias de la salud como en las ciencias sociales se habla de “determinantes sociales de la salud” como aquellos factores sistémicos que determinan el nivel de vulnerabilidad sanitaria, entre los cuales se destaca el acceso efectivo a las prestaciones y servicios de salud pública. En esta oportunidad, y dada la relevancia del tema para la salud pública, la Fundación Bunge y Born lanza la nueva publicación “Vulnerabilidad Sanitaria en Argentina”, escrita por los Fellows de la Fundación Germán Rosati, Tomás Olego y Antonio Vázquez Brust. Esta publicación es una consecuencia del desarrollo del Mapa de Vulnerabilidad Sanitaria cuyo objetivo principal es el de identificar zonas con un déficit en la cobertura sanitaria de la población, es decir, zonas que no logran superar un umbral mínimo en el acceso a servicios de salud. Para este trabajo se consideró tanto el nivel socioeconómico de la población (NSE) como el acceso efectivo a las prestaciones y servicios de salud pública en todo el país. Este trabajo es una invitación a una metodología que puede resultar aplicable a otras áreas, tales como educación, seguridad, asistencia social y vivienda.

  • Olvidos selectivos y recuerdos “genéricos”: los enigmas de la memoria

    El médico Jorge Medina y el biólogo Pedro Bekinschtein fueron premiados por la Fundación Bunge y Born por sus investigaciones. Por Irene Hartmann CLARIN, 8 de septiembre de 2020.- Estudian la memoria y lo que llaman “olvido selectivo”. Se meten en enigmáticas preguntas que nadie se hace, como por qué tras rendir un examen terminamos olvidando la mayor parte de lo que, con toda dedicación, nos habíamos metido en la cabeza. Hacen neurociencia experimental y hablaron con Clarín de las contingencias que vive el cerebro en estos días de encierro por el coronavirus y de algunos límites de la memoria. Pero, en charlas telefónicas por separado, ambos corrigieron lo mismo: “Ojo, no es 'memoria' sino 'memorias'”. Ellos son el médico Jorge Medina y el biólogo Pedro Bekinschtein, investigadores del Conicet, premiados hace unos días por la Fundación Bunge y Born, en reconocimiento de su desempeño científico. Medina recibió nada menos que el mayor galardón anual que otorga esa institución, mientras que Bekinschtein, la distinción “Estímulo”, compartida este año con su co-equiper, la bióloga Noelia Weisstaub. Lo de la “memoria selectiva” no tiene desperdicio, en especial si uno es de los que cada año aumentan la cantidad de notas, notitas, alarmas y recordatorios en soportes múltiples para recordar algo de lo mucho que toca tener en mente. A sus 67, Medina, hombre de voz clara y juvenil, habló desde el confinamiento en su casa de zona norte: “Tenemos que cruzar los dedos por nuestra vejez. Hay una declinación de la memoria y de ciertas habilidades cognitivas ya desde los 40 años con respecto a los 20. Y de los 50 respecto de los 30. Es muy notable ese cambio”. Estamos hablando de un campo científico muy relegado por la pandemia, pero también poco difundido en la Argentina, donde, no obstante, tiene una nutrida representación. Un ejemplo de esto es Bekinschtein, joven investigador porteño de 45 años. “Es la primera vez que la Fundación otorga el 'Estímulo' al campo de la neurociencia experimental. Acá es una disciplina joven, pero con muy buenos equipos de investigación", contó, en alusión a lo que ya sabe de primera mano: dirige -codo a codo con Weisstaub- el Laboratorio de Memoria y Cognición Molecular del Instituto de Neurociencia Cognitiva y Traslacional, dependiente de CONICET-Fundación INECO-Universidad Favaloro. En cuanto a Medina, su trayectoria es inmensa: profesor de la UBA, investigador Superior del CONICET, premio “Bernardo Houssay” 1987, premio Konex 2013, entre otros, y un referente internacional por sus hallazgos sobre los fenómenos moleculares y bioquímicos involucrados en las memorias de corto y largo plazo, trabajo que dio lugar a cuatro patentes farmacológicas (flavonoides y ansiolíticos) para distintas patologías. La hipótesis subyacente en varias de las investigaciones de este médico es que las memorias son “modulables”. Tienen plasticidad: se pueden agrandar, achicar, dar vuelta, cambiar, horas después de una experiencia. Un par de aclaraciones terminológicas para lo que vendrá. “Adquirir nueva información se llama aprendizaje. El guardado de esa información es la memoria. La posibilidad de traer lo guardado y expresarlo es el recuerdo, pero el también le decimos memoria... tienden a ser sinónimos”, explicó Medina. El foco de su trabajo (“y pienso dedicarme a esto unos cinco años más”) es “cómo una 'memoria' que se aprende y se guarda, luego se olvida. O sea, qué mecanismos están involucrados en ese olvido 'activo de una 'memoria' guardada previamente en forma activa. Es decir, cuán longevas son las memorias. En algunos casos, mientras más longevas son, mejor; pero en otros, no, porque ocupan espacio innecesariamente”. Hablando de "espacio", ¿es perjudicial para la eficacia memorística confiar cierta información a los dispositivos móviles? Medina fue categórico: “Para nada y al contrario. La tecnología permitió tener más espacio cerebral para lo importante. Quien quiera ejercitar el cerebro que lea libros y haga sudoku". Clave alfanumérica Antes de su posdoctorado en la Universidad de Cambridge (Inglaterra), Pedro Bekinschtein fue becario de Medina. “No trabajamos juntos ahora, pero las preguntas que intentamos responder son más o menos las mismas”, introdujo, y siguió: “¿Por qué olvidamos algunas cosas y otras no? La idea más antigua hablaba de una fuerza natural que diluía los recuerdos con el tiempo. Menos evocación, mayor olvido. Pero esa visión tiene varias limitaciones", explicó. Porque, "¿qué explica que demos un examen y al tiempo nos olvidemos de ese contenido?" “Veamos lo que pasa con las contraseñas (siguió). Son un quilombo. El sistema te pide cambiarla y la primera vez que la tenés que ingresar seguís poniendo la vieja. Hay que hacer un gran esfuerzo para dejar de lado una y recordar la otra. A medida que se practica, se vuelve más fácil porque la vieja empieza a desaparecer. Tanto, que si querés usarla para otro sitio, te va a costar recordarla”. Lo expertos llaman a eso “olvido selectivo activo”, y se distingue del tipo “pasivo” o por "interferencia”, ya que el último ocurre cuando cierta información interrumpe una información previa: “Uno estudia una cosa, pero si inmediatamente se pone a estudiar otra, eso segundo puede interferir con aquello que se había aprendido primero, que termina olvidándose más rápido”. El “olvido selectivo”, en cambio, incluye un mecanismo inhibitorio: “Las contraseñas, la vieja y la nueva, compiten, podría decirse, y uno va inhibiendo la vieja hasta que se reafirma la nueva. Es activo porque intervienen mecanismos de supresión del cerebro, procesos ejecutivos que consumen recursos para inhibir una acción”. El tiempo perdido El reconocimiento de Bunge y Born al trabajo de Bekinschtein y Weisstaub fue precisamente por haber determinado que “ese mecanismo descripto en humanos también ocurre en roedores. No se sabía y es un indicador de que este proceso apareció evolutivamente temprano y 'quedó' en la selección natural. Lo llamamos olvido inducido por evocación”. Pero no es el único foco de interés del biólogo: “La pandemia nos está llevando a otras preguntas. Por ejemplo: cómo episodios nuevos almacenados (recuerdos únicos y memorables) pasan a ser recuerdos genéricos (no memorables en particular)”. “En este momento, todos los días son parecidos, recuerdos genéricos, salvo ese día que hiciste una comida especial, digamos. Nos interesa entender qué mecanismos se ponen en juego para decidir guardar esa experiencia nueva o única. ¿Tiene que ver con lo novedoso? ¿Con las emociones involucradas?”, señaló. Ligado a estos aspectos, agregó, "hay reportes que están indicando cómo el tiempo pasa distinto. En la cuarentena, uno piensa que no hace nada, pero hace un montón de cosas. Dice 'estuve acá todo el día y no hice nada', pero limpió, cocinó, trabajó, se ocupó de los chicos. No parece tiempo productivo, pero el cerebro lleva un historial y, al ser muchas tareas, el conteo es mayor y el día parece más largo”. Sin embargo, “como el recuerdo es genérico, una película que podrías contar en dos palabras, al no haber recuerdos episódicos, parece que todo pasó muy rápido, lo que genera un efecto paradojal. El día es largo, pero los meses pasan rápido”. Tiempo y memoria -por obvia que parezca- son aspectos indisolubles para los humanos. Por eso Medina defendió de lleno su campo de investigación: “Estudiar los mecanismos de la memoria y el olvido es central. Sin memoria no somos nada”. “Está lleno de enfermedades donde lo que se afecta es la memoria. Las degenerativas, la esquizofrenia, la depresión, el estrés postraumático y las adicciones involucran manejos particulares y alteraciones en los procesos de la memoria. ¿Por qué son tan comunes en nuestra época? ¡Vivimos más tiempo! ¡Con una vida corta no había tiempo para desarrollar Alzheimer!” “La unicidad que nos hace diferentes, no pende solo de los genes. También de los recuerdos de las experiencias de vida que hemos tenido. Muchos parecen insignificantes, pero forman la individualidad. Ser individuo es tener memoria”, concluyó.

  • Nueva publicación de la serie "Matemática en aulas de plurigrado"

    Desde sus comienzos, la Fundación Bunge y Born acompaña a las escuelas de contextos rurales de Argentina. El Programa Sembrador, en alianza con la Fundación Perez Companc, busca diseñar intervenciones y materiales especialmente pensados para acompañar a los maestros de nuestro país. La enseñanza de la matemática es un tema prioritario en Argentina y se vuelve aún más compleja cuando se la combina con los desafíos propios del trabajo simultáneo con grupos de niños de distintas edades y niveles. Por eso se diseñó la serie de publicaciones “Matemática en aulas de plurigrado”, con el objetivo de acompañar a los maestros en su trabajo diario dentro del aula. En esta oportunidad, se lanza “Las nociones espaciales y geométricas en la escuela primaria” (junto a sus materiales para descargar), en la que encontrarán una serie de explicaciones teóricas, propuestas de actividades y sugerencias concretas para trabajar en el aula con todos los alumnos, desde el más pequeño al más grande. La publicación, escrita por Cecilia Laspina y María Laura Imvinkelried, es una invitación constante a adentrarse en el mundo de la Geometría y apasionarse por su enseñanza.

  • Lanzamos Decodificar, un sitio para entender los datos que circulan en los medios

    El objetivo es generar en los lectores herramientas de comprensión y de análisis para sus lecturas y discusiones, sobre las temáticas de interés público. Sin ser un portal de noticias, con lenguaje sencillo, y a partir de datos existentes y confiables —tomados de sitios de organismos públicos o medios de comunicación—, aborda ejes de discusión actuales. En una primera etapa se trabajará con temáticas que refieren al COVID-19, por ejemplo: cómo interpretar variables sobre la curva de contagios, cantidad y ritmo de transmisiones, o cifras de cada distrito, que serán trabajadas de acuerdo a los datos existentes y de fuentes oficiales. Todas las semanas se subirán distintos casos de análisis. La Fundación Bunge y Born, en alianza con Expedición Ciencia, lanza Decodificar, un sitio cuyo objetivo fundamental es brindar herramientas y recursos simples para que cualquier persona, sin importar cuánto sepa sobre análisis de datos, pueda entender los gráficos que circulan a diario en medios de comunicación y redes sociales. En un primer momento, el foco está puesto en temas relacionados con la pandemia de la COVID-19. Decodificar es el producto de un equipo interdisciplinario de profesionales interesados en que los lectores se formen en la lectura de datos, entendiendo de manera acabada la información que circula sobre el mundo que los rodea, a través del desarrollo de herramientas analíticas y de visualización de datos— textos o historias, a través de recursos gráficos como el scrollytelling. También, pretende suscitar la curiosidad y el interés de todos, en particular de alumnos y docentes, por el fascinante mundo de los datos. No es un portal de noticias, sino que su propósito es generar herramientas de comprensión en los lectores. El proyecto se basa en la certeza de que vivimos en una era caracterizada por la enorme cantidad de información que viaja a una velocidad sin precedentes, y eso no garantiza la comprensión de la misma. Interpretar la realidad es un desafío permanente y, en esa tarea, los datos son aliados fundamentales. Sin embargo, la multiplicación de información disponible, las voces divergentes o lo árido que puede resultar un dato sin representación visual, complejiza su comprensión. Este fenómeno se amplifica en un contexto de gran circulación de temas en redes sociales. Casos En la actualidad, los expertos utilizan expresiones que, al circular en redes sociales y ser replicadas por las personas y los medios, se vuelven corrientes. En algunos casos, se desconocen costados relevantes, o el porqué de ciertas afirmaciones. Es el caso de expresiones como “ritmo de la pandemia”, o “achatar la curva”. ¿A qué se hace referencia con ritmo? ¿de qué curva se está hablando? En las entradas de referencia, se construyen respuestas y explicaciones para que los lectores puedan conocer y apropiarse de lenguajes y formas de explicar fenómenos, para cuando vuelvan a enfrentarse a estas mismas variables en lo sucesivo. Por ejemplo, en relación al límite del sistema de salud para dar respuesta ante la pandemia. ¿Cuál es ese límite y cómo sabemos si estamos cerca o no? ¿Cuál de todos los números hay que mirar para entender esto? ¿Qué otros factores se deben tener en cuenta? Por ejemplo, cantidad de profesionales de la salud, distribución de los recursos, medicamentos, etc. ¿Cuáles de esas personas van a utilizar el sistema de salud?

  • Concurso "COVID-19 y vulnerabilidad social": proyectos de investigación e intervención comunitaria

    La Fundación Bunge y Born lanza la convocatoria para proyectos de hasta 24 meses de duración, con un monto máximo de financiamiento de AR$ 5 millones, cada uno. El objetivo es abordar de manera multidisciplinaria las consecuencias psicosociales, conductuales y socioeconómicas de la pandemia en la salud de poblaciones que viven en contextos sociales vulnerables. Cuenta con dos etapas: una, de presentación de la idea y su fundamentación; y una segunda, donde los proyectos preseleccionados deberán elaborar el proyecto y conformar los equipos de trabajo. Los proyectos deberán tener un plan de implementación e implicancias a nivel de políticas públicas. La Fundación Bunge y Born lanza el Concurso “COVID-19 y vulnerabilidad social”, para proyectos de investigación e intervención comunitaria en la pospandemia, con el objetivo de promover el desarrollo de acciones nuevas, existentes o adaptadas, que aborden las consecuencias psicosociales, conductuales y socioeconómicas de la pandemia en la salud de poblaciones que viven en contextos sociales vulnerables. Se tendrán en cuenta proyectos originales y relevantes que generen evidencia, aporten al conocimiento y provean recomendaciones de políticas públicas; dándose, además, prioridad a proyectos que propongan un abordaje multidisciplinario, es decir, una genuina y sinérgica combinación de las ciencias sociales, exactas y de la salud. Los proyectos deberán tener una duración de hasta 24 meses desde el inicio de su implementación, hasta la finalización del plan de trabajo propuesto. El monto total máximo de financiamiento, por proyecto, será de hasta AR$ 5.000.000. El concurso consta de dos etapas: La primera etapa del concurso consta de la presentación de la idea y la justificación de por qué se considera un enfoque novedoso, creativo o innovador sobre la problemática. A su vez, se debe adjuntar una breve exposición del presupuesto, y las implicancias a nivel de políticas públicas. Esta instancia se realizará a través de un formulario de inscripción. Luego de ser evaluados por un Comité de Selección, los proyectos preseleccionados serán invitados a participar de la segunda etapa, donde describirán el equipo de investigación, las hipótesis, objetivos, metodología y demás instancias de trabajo. Del resultado de este proceso, un jurado integrado por especialistas de Argentina y el exterior, evaluarán los proyectos preseleccionados de la segunda etapa y elegirán a los ganadores. Los criterios de evaluación incluyen: innovación (originalidad de enfoque y/o aplicación de metodologías originales y novedosas); relevancia (relevancia y trascendencia del problema para la población argentina, especialmente aquella que vive en situación de vulnerabilidad); consistencia entre objetivos y metodología (objetivos precisos y acotados). Links relevantes Formulario de inscripción Términos de referencia Modelo de estructura de presupuesto Instructivo de inscripción

  • ¡Nueva Fecha! Concurso "COVID-19 y vulnerabilidad social"

    La Fundación Bunge y Born lanza la convocatoria para proyectos de hasta 24 meses de duración, con un monto máximo de financiamiento de AR$ 5 millones, cada uno. El objetivo es abordar de manera multidisciplinaria las consecuencias psicosociales, conductuales y socioeconómicas de la pandemia en la salud de poblaciones que viven en contextos sociales vulnerables. Cuenta con dos etapas: una, de presentación de la idea y su fundamentación; y una segunda, donde los proyectos preseleccionados deberán elaborar el proyecto y conformar los equipos de trabajo. Los proyectos deberán tener un plan de implementación e implicancias a nivel de políticas públicas. La Fundación Bunge y Born lanza el Concurso “COVID-19 y vulnerabilidad social”, para proyectos de investigación e intervención comunitaria en la pospandemia, con el objetivo de promover el desarrollo de acciones nuevas, existentes o adaptadas, que aborden las consecuencias psicosociales, conductuales y socioeconómicas de la pandemia en la salud de poblaciones que viven en contextos sociales vulnerables. Se tendrán en cuenta proyectos originales y relevantes que generen evidencia, aporten al conocimiento y provean recomendaciones de políticas públicas; dándose, además, prioridad a proyectos que propongan un abordaje multidisciplinario, es decir, una genuina y sinérgica combinación de las ciencias sociales, exactas y de la salud. Los proyectos deberán tener una duración de hasta 24 meses desde el inicio de su implementación, hasta la finalización del plan de trabajo propuesto. El monto total máximo de financiamiento, por proyecto, será de hasta AR$ 5.000.000. El cierre de inscripción es el 8 de septiembre de 2020. El concurso consta de dos etapas: La primera etapa del concurso consta de la presentación de la idea y la justificación de por qué se considera un enfoque novedoso, creativo o innovador sobre la problemática. A su vez, se debe adjuntar una breve exposición del presupuesto, y las implicancias a nivel de políticas públicas. Esta instancia se realizará a través de un formulario de inscripción. Luego de ser evaluados por un Comité de Selección, los proyectos preseleccionados serán invitados a participar de la segunda etapa, donde describirán el equipo de investigación, las hipótesis, objetivos, metodología y demás instancias de trabajo. Del resultado de este proceso, un jurado integrado por especialistas de Argentina y el exterior, evaluarán los proyectos preseleccionados de la segunda etapa y elegirán a los ganadores. Los criterios de evaluación incluyen: innovación (originalidad de enfoque y/o aplicación de metodologías originales y novedosas); relevancia (relevancia y trascendencia del problema para la población argentina, especialmente aquella que vive en situación de vulnerabilidad); consistencia entre objetivos y metodología (objetivos precisos y acotados). Links relevantes Formulario de inscripción Términos de referencia Modelo de estructura de presupuesto Instructivo de inscripción

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