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- “El consumo del recurso hídrico en poblaciones y economías crece y lo que ayer alcanzaba, hoy no”
Con olas de calor cada vez más extensas y graves, resulta clave para algunos especialistas repensar los mecanismos de gestión del agua en un planeta donde unas 2.200 millones de personas no tienen acceso a un recurso seguro y potable. “No hay medidas mágicas preconcebidas: las tenemos que crear y negociar”, advierte en un diálogo con elDiarioAR Esteban Jobbágy, ingeniero agrónomo e investigador. Por Gabriel Tuñez ElDiarioAR, 15 de febrero de 2023.- El cambio climático y el consiguiente incremento de los fenómenos meteorológicos extremos, como sequías, inundaciones y temporales, influye negativamente y lo hará todavía más en la cantidad y calidad del agua disponible para satisfacer las necesidades humanas básicas en todo el mundo. El último “Informe de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo”, publicado hace casi un año, destacó que el consumo de agua en el planeta crece a un ritmo anual del 1%, por lo que una deficiente gestión de los recursos hídricos podría exacerbar los efectos del calentamiento global. A nivel mundial unas 2.200 millones de personas no tienen acceso a servicios de agua potable gestionados de forma segura y más de la mitad de la población (4.200 millones de personas) carecen de servicios de saneamiento gestionados de forma segura. Además, 297.000 niñas y niños menores de cinco años mueren cada año debido a enfermedades diarreicas causadas por las malas condiciones sanitarias o agua no potable. Argentina, en tanto, enfrenta desde comienzos de año una de las peores sequías de su historia: casi el 55% de la superficie del territorio fue afectada por la falta de lluvias o sufrió condiciones de estrés hídrico, según un informe del Sistema de Información sobre Sequías para el Sur de Sudamérica (Sissa). La ausencia de precipitaciones se da, además, en un contexto de olas de calor cada vez más extensas y sofocantes. Durante la primera semana de enero, por ejemplo, las temperaturas máximas rondaron entre los 32° y 40° en las patagónicas Rio Negro, Chubut, Neuquén y Santa Cruz. Este domingo Buenos Aires sufrió una jornada de calor histórica con un registro de 38,1°, la temperatura más alta para el mes de febrero desde 1961. Entre fines de 2022 y principios de este año la falta de lluvias provocó que se secara por completo la laguna del partido bonaerense de Navarro, con una superficie de 165 hectáreas, y causó pronunciadas bajantes en las lagunas de Lobos, Chascomús y San Vicente. Un panorama similar se vivió en la laguna “El Bonete”, en el departamento Vera, en el norte santafesino. “El aumento de la temperatura es uno de los componentes más certeros del cambio climático. Las modificaciones en el régimen de precipitaciones, sin embargo, lo son mucho menos. Los primeros inciden sobre los recursos hídricos en menor medida que los segundos, pero dada su certeza vale la pena explorar sus efectos sobre el agua”, explicó a elDiarioAR Esteban Jobbágy, ingeniero agrónomo y Magister en Recursos Naturales por la Universidad de Buenos Aires (UBA), Doctor en Biología con especialización en Ecología en la Universidad de Duke (Estados Unidos) e Investigador Superior del CONICET. Jobbágy, que integra el Grupo de Estudios Ambientales de la Universidad Nacional de San Luis, destacó que un registro de mayores temperaturas implica que los cultivos, con un mismo régimen pluvial, consuman más agua, lo que afecta a la producción, y destinen menos líquido para abastecer ríos y arroyos. Una situación así, indicó, puede ser crítica, por ejemplo, en cuencas serranas de importancia para la población, como los casos de Córdoba o San Luis. Pero también en las cuencas cordilleranas, cuyos aportes de agua dependen de nevadas y deshielo gradual de glaciares, el calentamiento puede traer muchos cambios que incluyen fluctuaciones mayores de caudal entre años y, en el largo plazo, reducciones del caudal total. “En cuencas como las de los ríos San Juan y Mendoza, esto ya es un hecho que obliga a pensar estratégicamente el riego y su futuro”, señaló. -¿Qué actividades productivas son las que más afectan los recursos hídricos y cómo se podrían menguar sus efectos? -Hay muchas y sus efectos son diferentes. La agricultura de bajo riego, que en Argentina es principalmente dominante en los oasis de cultivo intensivo cordilleranos (Mendoza, San Juan, Río Negro, entre otros) es una gran consumidora de agua que, en una proporción alta, va a la atmósfera como vapor y no se recicla localmente. El impacto aquí significa perder agua para otros usos humanos y para el funcionamiento de ecosistemas naturales, ya sean humedales o ríos, que dependen de ella. La agricultura de secano, la que no se riega, es la que ocupa más superficie en Argentina. Es una actividad que opera en forma diferente sobre el agua porque, generalmente, reduce el consumo anual del agua que localmente aportan las lluvias en relación a la vegetación que reemplaza y en las llanuras eso está volviendo al territorio más propenso a inundaciones. Sumemos a lo anterior los efectos sobre la calidad del agua que la agricultura genera por el escape de pesticidas y fertilizantes a las napas o cursos superficiales. En el país la contaminación con nutrientes no es tan grave como en otros países por nuestro relativo bajo uso de fertilizantes; en cambio, el uso altísimo de herbicidas está dejando su huella en muchos sistemas acuáticos, por ejemplo, de la llanura Chaco-pampeana incluyendo sus aguas, sedimentos y habitantes silvestres. En la contaminación de aguas hacen su aporte, mucho más local o focalizado, las industrias y las producciones animales concentradas como feedlots y granjas avícolas y porcinas. También las ciudades con sus efluentes que, por lo general, no reciben un tratamiento satisfactorio en las plantas depuradoras que, si existen, están sobrepasadas en su capacidad. Las opciones para reducir estos impactos existen, algunas son tecnologías “envasadas”, como los sistemas de riego ultra eficientes o las piletas para efluentes, animales para feedlots y tambos con sistemas de tratamiento y control inteligente. Otras soluciones requieren trabajo más “artesanal” no por ello de menos profundidad técnica. Por ejemplo el rediseño de paisajes agrícolas para bajar los impactos en la fuga de agroquímicos o en la generación de anegamientos e inundaciones. Aquí cada paisaje requiere un abordaje propio y son cruciales las articulaciones entre empresas agropecuarias, asociaciones de productores y gobiernos municipales y provinciales. En este terreno aún nos falta mucho camino por recorrer. -¿Alcanza con tomar medidas locales frente a la crisis hídrica o es conveniente elaborar una estrategia regional? -La respuesta es sí a todo. El mejor escenario es uno en el que las iniciativas de “abajo hacia arriba” (rediseños de paisaje emprendidos espontáneamente por empresas) se encuentran con los de “arriba hacia abajo” (leyes nacionales enfocadas en la protección de bosques, humedales, etc). Este encuentro a veces trae choques, pero eso es justamente lo que necesitamos provocar y procesar para tener un tejido de gestión de la tierra y el agua más inteligente y justo. No hay medidas mágicas preconcebidas: las tenemos que crear y negociar. Jobbagy también se desempeña en el área de sustentabilidad de la Fundación Bunge y Born, que en 2022 lanzó el “Mapa de Aguas Claras”, una iniciativa que tiene como objetivo potenciar proyectos que conecten a la ciencia con la resolución de problemas concretos en relación al agua en distintas localidades del país. El desarrollo de la plataforma permitió revelar que el 17% de los argentinos vive en ciudades con una provisión de agua “muy comprometida” y otro 42% en urbes con provisión “algo comprometida”. Para Jobbagy se deben financiar proyectos nacionales que diagnostiquen, pero sobre todo ensayen nuevas reglas, y por el otro, iniciativas de raíz local que articulen municipios con privados y organismos de ciencia y técnica. “Cada localidad tendrá sus necesidades, valores y prioridades, hay que escucharlas y acompañarlas”, opinó. -¿Considera que la bajante de ríos como el Paraná, la sequía en zonas agrícolas, la falta de lluvias y el desabastecimiento de agua potable son escenarios que se repetirán de aquí a los próximos años? -Creo que nadie puede responder esto con certeza. Desde la ciencia que mira el calentamiento global la respuesta es “no necesariamente”; de hecho, los pronósticos sugieren que en el largo plazo habrá más y no menos lluvias en la región. Pero a eso tenemos que superponerle otras capas de información. El consumo del recurso hídrico en economías y poblaciones crece y lo que ayer alcanzaba, hoy no. Inclusive, aun cuando en cantidad total sea el mismo, ese recurso puede deteriorarse en su calidad o en su timing. En esto el crecimiento del sistema de embalses y represas en las cuencas es algo a mirar con atención. Vendrán nuevos años húmedos e, incluso, inundaciones; también habrá, otras sequías después. Lo que depende de nosotros es que nos encuentren mejor preparados. La bajante del Paraná enseñó a las ciudades las vulnerabilidades de sus tomas de agua; al transporte, la dificultad de sacar grano por un río que no sostiene el calado máximo de los buques;. al campo, que el riego puede ser una opción salvadora en el corto plazo, pero que trae nuevos conflictos que hay que pilotar. En fin, las próximas cartas las tiramos nosotros como sociedad. Tenemos unas cuantas muy buenas, pero aún no somos tan hábiles jugadores como podríamos ser.
- Diseño Argentino Experimental "Creative Bootcamp"
Desde 2021, en la Fundación Bunge y Born trabajamos con las Industrias Creativas y este año, en alianza con el British Council, estaremos presentando un proyecto de cooperación bilateral cuyo objetivo es fortalecer la economía creativa local en el marco de la Agenda 2030. La economía creativa constituye en un sector estratégico para la generación de valor y el empleo calificado. A su vez, se configura como un sector clave para el desarrollo socioeconómico y el bienestar de las comunidades, que da cuenta de su identidad y diversidad para integrar ideas, contenidos, agentes, bienes y servicios creativos y culturales que pueden aportar a un proyecto común de desarrollo social y económicamente sostenible. Este proyecto de cooperación tiene una proyección de 3 años, cuya primera etapa de posicionamiento tendrá como temática central el "Diseño, Sustentabilidad + Ciencia y Tecnología" cuyos destinatarios serán artistas, diseñadores, emprendedores de todo el país con experiencia, que estén trabajando y desarrollando productos. Durante 2023, el programa constará de los siguientes pasos: Convocatoria federal destinada a artistas, diseñadores y emprendedores con presentación de antecedentes y portfolio de proyectos. Programa de formación online de 6 meses con expertos locales e internacionales. Clases teóricas y talleres Un jurado de selección, conformado por miembros del British Council, Fundación Bunge y Born y el Banco Interamericano de Desarrollo, elegirá 20 proyectos que recibirán mentorías durante 6 meses. Encuentro presencial de proyectos en Buenos Aires con expertos del British Council LatAm, Reino Unido y Argentina. En 2024, se seleccionará dos proyectos que recibirán un capital semilla para incubar y prototipar, con un jurado de las tres instituciones participantes y el mentoreo desde Reino Unido y Argentina. Finalmente, Se desarrollará el testeo y presentación de los proyectos junto con la viabilidad para escalar. El British Council es la organización internacional de Reino Unido para las relaciones culturales fundada en 1934 con la misión de promover el intercambio entre la gente del Reino Unido y los demás países con presencia en más de 100 países del mundo.
- Presentamos el monitor de temas de inmunización en redes y medios argentinos en LatinR 2020
En una nueva edición de LatinR, la Fundación Bunge y Born participó con una presentación de los resultados del trabajo de investigación que viene realizando en R desde 2019: el monitor de temas de inmunización en redes sociales y medios argentinos (MIRA). LatinR 2020, la conferencia latinoamericana más importante sobre uso de R en Investigación + Desarrollo, tuvo lugar de manera virtual entre el 7 y el 9 de octubre 2020. En esta oportunidad, se admitieron presentaciones orales de resultados de investigación y demostración de aplicaciones creadas en R, conferencias de referentes en el uso de R en diferentes temáticas, mesas temáticas sobre temas específicos, y posters/charlas relámpago. En su edición 2020, Antonio Vázquez Brust y Brenda Walter participaron de la sesión temática "Minería de Textos y Web Scraping", con su charla "Leyendo todas las noticias del mundo". Además, el miércoles 7, Antonio Vázquez Brust dialogó y respondió en vivo dudas sobre el MIRA como parte de estas sesiones. Con el objetivo de cuantificar a través del tiempo el volumen y tono del discurso público relacionado con la vacunación, este monitor se propone comprender los discursos públicos sobre las vacunas que se difunden a través de medios de comunicación y redes sociales. Al momento, MIRA utiliza a Twitter como su fuente de datos para el análisis. Se recopila y procesa cada tweet que contiene palabras clave como “vacunas”, “vacunación”, para ser tratados como insumo de un sistema automático de interpretación de lenguaje. Entre los principales hallazgos del MIRA, se destaca que la mayoría de los mensajes en la red -un 65%- expresa rechazo, con frecuencia en términos drásticos, al movimiento antivacunas. La segunda categoría más común (12%) es ocupada por noticias con desinformación, por ejemplo, que aluden a supuestos estudios científicos que probarían que las vacunas causan mayor mortalidad entre infantes. Por otro lado, también se encuentra en marcha un sistema que analiza noticias en medios gráficos y portales de Internet en la Argentina, identificando menciones a la temática de las vacunas desde el año 2015.
- La Fundación Bunge y Born presentó el Índice de Confianza y Acceso a Vacunas 2020
Los aspectos relevados en el ICAV 2020 presentan en algunos casos amplias diferencias respecto de lo observado en 2019. Es posible que esto se deba, al menos en parte, al impacto de la pandemia por COVID-19. El ICAV analiza el nivel de confianza de la población respecto de la importancia, seguridad y efectividad de las vacunas. En 2020 resultó de 86,9 a nivel país (un 7,2% menor respecto de 2019). También analiza la presencia de barreras de acceso a la vacunación y sus efectos. En 2020, el índice de acceso fue de solo 39,5, un 48% menor que el año anterior. El estudio —realizado sobre 7.525 casos— abarca a todas las regiones del país, y a los distintos grupos etarios y variables socioeconómicas. Entrá acá para ver la presentación completa. La Fundación Bunge y Born presentó los resultados del Índice de Confianza y Acceso a Vacunas 2020 (ICAV). Es el segundo estudio interanual que se realiza —el primero fue presentado en diciembre de 2019— y permite realizar un muestreo sostenido en el tiempo, a partir del cual se pueden analizar las variaciones en el nivel de confianza de la población sobre las vacunas y determinar la presencia de barreras en el acceso a las mismas. "El objetivo del ICAV es poder generar insumos que posibiliten mejorar el diseño de los programas y las estrategias de inmunización, para así orientar de manera más eficiente los recursos en el marco de las políticas de salud pública. Este año, respecto a 2019, y pese a la robustez de los resultados, se aprecia una baja en los índices y eso nos exige estar en alerta y redoblar esfuerzos", expresó el director ejecutivo de la Fundación Bunge y Born, Gerardo della Paolera. El índice de confianza 2020 resultó del 86,9 a nivel país, que si bien se mantuvo dentro de parámetros altos, disminuyó 7,2% respecto de 2019. Este índice se realiza a partir de la ponderación de las personas sobre la importancia, la seguridad y la efectividad de las vacunas. La baja en la confianza se percibe en todos los grupos etarios, aunque se acentúa en la población mayor a 50 años. En cuanto al índice de acceso 2020 su valor fue de 39,5, un 48% menor que el año anterior. Esto se sostiene en todas las regiones del país y en los distintos niveles educativos, aunque mayormente en quienes poseen un menor nivel de estudio. Debido a la pandemia de COVID-19, este año se incorporaron algunas preguntas para evaluar la influencia del contexto actual. En este sentido, el 35% de los encuestados indicó que la cuarentena le impidió vacunarse o vacunar al más pequeño de los menores a su cargo durante el año. En relación a la vacuna contra el COVID-19, el 72% contestó que se la aplicaría. Entre quienes dijeron que no lo harían, el 43,1% aduce que es porque aún faltan etapas de prueba (cabe destacar que los datos se recabaron entre octubre y diciembre de 2020). Los resultados se obtuvieron a través de una encuesta nacional a celulares, a mayores de 15 años de todas las regiones del país (NEA, NOA, Centro, Cuyo, Patagonia y GBA+CABA). En total, se completaron 7.525 encuestas. El período de captura de los datos fue del 19/10/2020 al 30/12/2020. Índice de confianza La confianza general en vacunas durante 2020 se mantuvo dentro de parámetros altos, con un valor de 86.9, aunque se registró una importante baja del 7.2% respecto a 2019 (cuando resultó de 93.7). En cuanto a las distintas variables que conforman el índice, se percibe una retracción en el valor de todas, respecto a 2019. La población entiende que son: Seguras: 88.7%, esto es un 7.2% menos que el año anterior; Importantes para los niños: 89.2%, un 6.2% abajo del 95,4% de 2019; Efectivas: 88.7%, es decir, un 5% menor que 93.7% de 2019. En lo que respecta a las variables geográficas, también se confirma una baja en todas las regiones. El Gran Buenos Aires tiene el mayor valor de confianza (89.6), seguido por el centro del país (86.9), mientras que los valores más bajos pueden reconocerse en el NEA (84.6) y CABA (85). En cuánto a las variaciones por sexo, las mujeres tienen un valor de 88.1 de confianza, mientras que los hombres un 85.7. En todos los grupos etarios se registró una retracción de la confianza respecto a 2019. Los grupos de entre 21-30 y 31-40 son los que sostienen una mayor confianza: 88.1 y 87.8, respectivamente. Mientras que el grupo con índice más bajo lo conforman los mayores de 65 y los jóvenes de 15 a 20 años. Índice de acceso El índice de acceso 2020 es de solo 39.5, lo que representa un 48% menos que el de 2019, que fue de 76.6. Por región, el índice de acceso se mantuvo en un valor de alrededor del 39, con un mayor porcentaje en el GBA (40.5) y el menor se registró en la Patagonia, con 38.1. En 2019, el promedio de las distintas regiones se centró en 77. En cuanto al nivel educativo, las personas con estudios terciarios, universitarios y posgrados tuvieron un acceso levemente mayor que quienes solo cuentan con estudios primarios. Preguntas específicas sobre COVID-19 Ante la consulta sobre si la cuarentena le impidió vacunarse o vacunar al más pequeño de los menores a su cargo, un 35% —promedio país— expresó que sí. Según la zona, los más afectados fueron el NOA (42%) y CABA (39%). En tanto, un 72% de los encuestados aseguró que se daría la vacuna contra el COVID si estuviera disponible. De aquellos que respondieron que no se la aplicarían, el motivo más frecuente fue que faltan etapas de prueba (43.1%), seguido por los que dijeron que preferían esperar (21.5%), los que temían efectos secundarios (20%) o no la creían necesaria (7.6%). Estos datos se recabaron entre octubre y diciembre de 2020. Relevamiento y equipo de trabajo El estudio —realizado a través de un cuestionario estructurado con sistema IVR a celulares— contó con un diseño muestral aleatorio, estratificado por provincia y región. Se utilizaron estimadores de calibración, en función de datos paramétricos del Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2010: balanceando sexo, edad, cantidad de integrantes del hogar y nivel educativo. La estimación de los intervalos de confianza se realizó mediante métodos de Montecarlo. La medición de la confianza está basado en el modelo del Vaccine Confidence Index, desarrollado por un equipo interdisciplinario de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres (LSHTM, por sus siglas en inglés: London School of Hygiene & Tropical Medicine), y agrega medidas según algunas variables sociodemográficas. El equipo de trabajo de la Fundación Bunge y Born está integrado por la directora de Proyectos de Educación, Salud e Innovación Social, Alejandra Candia; la coordinadora de Proyectos, Brenda Walter; el analista Senior, Julio Ichazo y la asistente, Eugenia Hernández. Participan en este proyecto como fellows asociados: el doctor en Economía, Guillermo Bozzoli; la médica pediatra e investigadora, Romina Libster; la doctora en Biología molecular, docente y comunicadora científica, Guadalupe Nogués; el magíster en Estadística matemática, Tomás Olego y el diseñador gráfico y especialista en visualización de datos, Andrés Snitcofsky.
- El International Journal for Equity in Health publica la metodología del IVS
El International Journal for Equity in Health publicó recientemente “Building a sanitary vulnerability map from open source data in Argentina (2010-2018)”, un paper metodológico desarrollado por nuestros fellows asociados Germán Rosati, Tomás Olego y Antonio Vázquez Brust. El Mapa de Vulnerabilidad Sanitaria, que forma parte de este artículo científico, es uno de los principales insumos de un proyecto conjunto de la Fundación Bunge y Born, Fundación Mundo Sano y Grandata, que consistió en desarrollar un modelo predictivo de la prevalencia de la Enfermedad de Chagas en zonas no endémicas. A partir de la combinación de dos dimensiones, el nivel socioeconómico (como aproximación a las condiciones de vida de la población) y el acceso medido en términos de tiempo y distancia medios al efector de salud más cercano, se estimó el grado de vulnerabilidad sanitaria en Argentina. Esta estimación permite identificar y, eventualmente, priorizar "zonas calientes" que presentan un déficit sustancial en cuanto a la cobertura del sistema de asistencia sanitaria a la población. El Mapa de Vulnerabilidad Sanitaria es una herramienta para la formulación de políticas específicas a partir, por ejemplo, del estudio de la interacción entre la vulnerabilidad sanitaria de la población y la prevalencia de diferentes enfermedades en nuestro país. Este mapa, además, cuenta con una metodología novedosa que se puede aplicar a diferentes períodos de tiempo, geografías o en el contexto de otros servicios públicos como educación, seguridad, vivienda, entre otros. El trabajo publicado se encuentra disponible y con libre acceso ingresando al siguiente link: https://equityhealthj.biomedcentral.com/articles/10.1186/s12939-020-01292-3. Para más información: https://www.fundacionbyb.org/vulnerabilidad-sanitaria
- Vacunas y COVID-19: la compleja relación entre desinformación, desconfianza y acceso
Por Lorena Moscovich, Jefa de Experimentación AccLabPNUDArg For English version, click here. PNUD Blog, 20 de agosto de 2020.- Cuando una crisis golpea, no lo hace en todos por igual. Su efecto depende de cuál es la situación existente de los más afectados. Sin lugar a dudas, este es el caso del COVID-19. Un problema urgente es cómo convergerán las desigualdades duraderas con todo el nuevo conjunto de problemas que surgieron de, o fueron profundizados por, el COVID-19. Consideremos la emergencia sanitaria provocada por la pandemia y las enormes consecuencias económicas del colapso financiero general, un subproducto de medidas "no farmacológicas", como el cierre de escuelas y negocios y las cuarentenas. Sin duda, los más afectados son las personas que tienen menos posibilidades de quedarse en casa, los que no tienen acceso a agua corriente para cumplir con las normas sanitarias básicas, los trabajadores informales que no obtienen ingresos a menos que trabajen, las mujeres tienen días mucho más largos cuando además de en casa también se ocupan de las tareas del hogar y de sus hijos; los desfavorecidos que, cuando tienen trabajos formales, trabajan en ocupaciones más riesgosas que otras personas no quieren hacer, entre otros ejemplos. Una cosa importante a tener en cuenta es cómo estos grupos en situación de vulnerabilidad estarán preparados cuando esta pandemia se detenga, porque esperamos que se detenga en algún momento en el futuro. Y la única solución duradera a la crisis del COVID-19 es que se descubra y distribuya una vacuna eficaz, pero el segmento de la población de bajos ingresos es más vulnerable a contraer COVID-19 y, a la vez, tiene un acceso más irregular a los servicios de salud. Al mismo tiempo, existe un escepticismo significativo con respecto a las vacunas ciertos sectores de la población. Por ejemplo, el 12% de las personas sin educación primaria cree que las vacunas no son efectivas. Esta cifra es solo de 1/3, solo del 4% entre las personas con mayor nivel educativo, es decir con estudios universitarios o terciarios incompletos. Según datos del índice de Confianza y Acceso a Vacunas de la Fundación Bunge y Born del 2019, la desconfianza está más generalizada dentro de este grupo de población. En suma, vemos que a las desigualdades de larga data, que dificultan el acceso a las vacunas, por ejemplo, por barreras como la distancia o la falta de tiempo para acudir a establecimientos de salud, ahora se les suma una nueva desconfianza emergente. Con el Laboratorio de aceleración de PNUD Argentina, el Co_Lab, comenzamos a trabajar en una hipótesis. Se relaciona con los orígenes y la naturaleza de la información que puede alentar a las personas a seguir acudiendo a los centros de vacunación: si trabajamos en mensajes positivos que contrarresten la desinformación sobre vacunas aumentaremos la confianza en la inmunización para fomentar la voluntad de ir a los vacunatorios. Por medio de dos estudios cualitativos y de un amplio experimento de encuesta que se realizarán en asociación con la Fundación Bunge y Born, buscaremos llegar a una mayor comprensión del panorama argentino de desinformación con respecto a las vacunas y también evaluaremos cómo este tema coexiste con otras barreras que afectan el acceso de la población a las vacunas. El análisis cualitativo complementará la información que ya produce la Fundación. Esta es responsable del capítulo argentino del índice de Confianza y Acceso a Vacunas. También monitorean el discurso público sobre inmunización al mapear estos temas en las redes sociales. Con los resultados de nuestro estudio cualitativo, vamos a coordinar con la Fundación la realización de un experimento de encuesta para probar los mensajes efectivos para contrarrestar la información engañosa sobre inmunización. El trabajo complementará los esfuerzos en curso de la oficina de país del PNUD en el área de la salud y en la respuesta rápida para la recuperación de la crisis del COVID. Cuando se trabaja para contrarrestar problemas emergentes como la desconfianza para asegurar la voluntad de vacunarse, también se debe considerar las limitaciones en el acceso a las vacunas. En Argentina, el estado proporciona varias vacunas de manera universal y hace cumplir su uso obligatorio. Sin embargo, las personas ¿pueden llegar a las instalaciones de salud? ¿Hay transporte público? Los centros vacunatorios ¿abren en horarios que permitan a los padres que trabajan ir? ¿Pueden las madres solteras dejar a sus hijos para llevar a los mas chicos a los centros de vacunación? Por ello al estudiar la desinformación, aún tendremos que considerar el problema crucial del acceso y evaluar sus limitaciones en todas sus dimensiones. Entonces, además de comprender las barreras de acceso persistentes, nuestro objetivo también es identificar el alcance y las fuentes de desconfianza hacia las vacunas en la población de bajos ingresos, que es la más afectada durante el COVID-19. Nos proponemos: identificar los contenidos y las fuentes específicas (conocidos, redes sociales, WhatsApp, televisión, etc.) de los conceptos erróneos y de la desinformación sobre las vacunas entre los grupos en situación de vulnerabilidad. Evaluar la demografía de la desconfianza y de sus efectos en el comportamiento, en familias y en los jóvenes. Entender, cómo se recibe la información adecuada, es decir si las personas reciben y comprenden los mensajes positivos sobre las buenas prácticas en salud e inmunización. En este sentido, otro objetivo será amplificar la influencia de fuentes de información creíbles sobre las vacunas mediante e identificar y promover de modelos de rol a seguir en los barrios. Y, por último, comprender y desarrollar mensajes que potencialmente puedan anular la desinformación y los conceptos erróneos que subyacen a la desconfianza en las vacunas. Esta información, esperamos pueda ser insumo para las estrategias de los gobiernos para ampliar la cobertura de atención médica en medio de la crisis de COVID-19. En particular vamos a enfocarnos en dos grupos: las madres porque son las encargadas de la vacunación de los niños. Esta tarea está casi exclusivamente a cargo de las mujeres. El segundo grupo son los jóvenes de 15 a 20 años porque, de acuerdo a los resultados del Índice de acceso y confianza a las vacunas de 2019, tienen mayores niveles de desconfianza. También porque su vacunación muchas veces está más allá del alcance de sus familias, esto quiere decir que pueden desconocer las indicaciones de sus familias, pero todavía son vulnerables a enfermedades, como el HPV. En pocas palabras, nos enfrentamos a un doble desafío, seguir superando las barreras que atentan contra las oportunidades de obtener vacunas y también cómo estas barreras ahora interactúan con un desafío emergente: la desinformación. Lo que aprendamos de estos dos grupos proporcionará lecciones cruciales para la preparación de la población para la recepción de una vacuna contra COVID-19, cuando sea que esta esté lista.
- Repercusiones del Indice de Confianza y Acceso a Vacunas 2019
El 16 de diciembre la Fundación Bunge y Born presentó los resultados finales del Índice de Confianza y Acceso a Vacunas (ICAV). Éstas son las repercusiones más destacadas. Repercusiones destacadas Según una encuesta, el GBA es el lugar del país con peor acceso a las vacunas y la Patagonia, el mejor Diario Clarín - 16 de diciembre de 2019 Los adolescentes tienen menos confianza pero también menos acceso a las vacunas Télam - 16 de diciembre de 2019 Adolescentes y personas con estudios incompletos, los que menos confían en las vacunas Ámbito - 16 de diciembre de 2019 Paradojas en tiempos de Sarampión: el 96% de los argentinos cree que es seguro vacunarse, pero el 13% no pudo hacerlo por problemas en el acceso Infobae - 16 de diciembre de 2019 En Argentina, la falta de vacunación no se debe al mentado problema de los "anti vacunas", sino a las dificultades del Estado para llegar a toda la población Crónica - 16 de diciembre de 2019 En Argentina, las dificultades de acceso a la vacunación es el principal motivo de la falta de inmunización TN - 17 de diciembre 2019 Los adolescentes confían poco en las vacunas y acceden menos a ellas La Capital (Rosario) - 19 de diciembre de 2019 El 13% de los argentinos no se vacuna, un 96% cree que las dosis «son seguras» El Diario (Entre Ríos) - 17 de diciembre de 2019 Vacunas: los adolescentes tienen menos confianza y también menos acceso El Diario (Chubut) - 16 de diciembre de 2019 Los adolescentes tienen menos acceso a las vacunas LT10 (Universidad Nacional del Litoral) - 16 de diciembre de 2019
- Adolescentes y personas con estudios incompletos, los que menos confían en las vacunas
Así lo confirmó un índice de la Fundación Bunge y Born que se actualizará todos los años. La encuesta confirmó un resultado preliminar: que el 13% de los que querían inmunizarse, no pudo hacerlo. ÁMBITO, 16 de diciembre.- La población más joven y las personas con un menor nivel educativo son quienes tienen menos confianza en las vacunas y los que se encuentran con mayores barreras a la hora de inmunizarse. Así lo muestran los resultados definitivos del primer Índice de Confianza y Acceso a las Vacunas (ICAV), elaborado por la Fundación Bunge y Born. Sus conclusiones definitivas replican los resultados preliminares presentados en julio de 2019: que el 13% de la población general no pudo inmunizarse cuando quiso hacerlo. El ICAV 2019 –un índice que se actualizará todos los años sobre 7.000 encuestas telefónicas aleatorias a personas mayores de 15 años – mostró que la confianza de la población hacia las vacunas es elevada: el 95,8% considera que son seguras, el 95,47% las cree importantes para los niños y el 93,69% las considera efectiva y de hecho las personas que las rechazan rondan el 2%. Sin embargo, este número desciende entre los adolescentes de entre 15 y 20 años, ya que el 90,2% de ellos piensan que son seguras y el 88,5% piensan que son objetivas, números muy debajo por del promedio. A la vez el 88,5% de las personas con primario incompleto confía en la efectividad de las vacunas versus el 96% en personas con estudios terciarios y universitarios. Por último, en términos regionales, las zonas del NEA y el NO0A aparecen caracterizadas por una menor confianza y mayores barreras de acceso a la inmunización, mientras que la Patagonia es la zona mejor rankeada, con un 99,2% de confianza. Con todo, el principal problema continúa siendo que el 13% de quienes intentaron vacunarse no pudo hacerlo y las faltantes se revelan como el principal motivo, indica el ICAV, que busca estudiar el porqué de las brechas entre las coberturas óptimas y las tasas existentes en el país. El próximo índice dará a conocerse a fines del 2020 para reflejar si hubo avances o retrocesos. “Como conclusión, se desprende que en Argentina, aún con una menor confianza entre la población más joven, las barreras de acceso son el principal motivo que explica el déficit de cobertura de vacunación. Esto contrasta con la situación en algunos países desarrollados, donde la opinión sobre las vacunas es la principal problemática”, aseguró el doctor Eduardo López, jefe del Departamento de Medicina del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez y líder del proyecto “Observatorio de la Salud del Niño y el Adolescente de la Fundación Bunge y Born. Y ejemplificó que en países como Francia, un 32%de la población considera que las vacunas no son seguras, lo que llevó a un brote de sarampión que se cobró 28 vidas. En tanto, Gerardo della Paollera, director ejecutivo de la Fundación Bunge y Born, señaló que “del estudio también se infiere la importancia del sistema público de salud: un 85,9% de la población se vacuna en hospitales públicos o centros públicos de vacunación, mientras que el 14,1% lo hace en centros privados”. Barreras de acceso Según el ICAV 2019, las causas de la brecha entre el nivel óptimo de vacunación y las tasas actuales se relacionan con las distintas barreras de acceso: el faltante de vacunas aparece como el principal motivo, aún con mayor intensidad entre quienes tienen menores a cargo; otros son la difícil accesibilidad a los centros de vacunación, la espera y estar resfriado, entre otros. Por ejemplo, un 2,3% tuvo dificultades por la distancia, un 9,2% por el costo del viaje, y tan solo el 67,7% no tuvo problemas en función de la distancia. “Los vacunatorios deberían estar abiertos los sábados, los domingos y los feriados, porque las personas de menores recursos que no pueden tomarse el día se pierden la oportunidad de inmunizarse. Esto es algo con lo que venimos insistiendo hace años y en lo que aún no se pudo avanzar”, remarcó López. Al evaluar el nivel de acceso a las vacunas en su conjunto, los resultados indican que las dificultades para vacunarse son mayores entre la población joven y entre aquellas personas con menor nivel educativo alcanzado. “Para terminar con la barrera de acceso entre los adolescentes, se analizan propuestas como incluir jornadas de vacunación no clásicas, como por ejemplo durante actividades gregarias. De hecho, una experiencia en el partido de General Viamonte (Provincia de Buenos Aireas) se logró una cobertura superior al 90% cuando se fue a vacunar a las escuelas”, insistió López. Y agregó que en los planes de estudios, las maestras “podrían concientizar sobre las vacunas también de forma lúdica”-. A nivel país, sólo el 86,3% de los consultados logró vacunarse la última vez que asistió. Teniendo en cuenta la región: NOA y NEA fueron las zonas más bajas con 83,3% y 84,3%, respectivamente, seguidas de CABA con 84,5%. “De hecho los casos de sarampión evidenciados en la Ciudad de Buenos Aires y alrededores, que llegan a los 85, revelan que las coberturas distan de ser óptimas”, indicó López. Por último, agregó que existen municipios donde las tasas son excepcionalmente bajas porque “puede llegar a haber un solo vacunador para 30.000 personas”. Entre quienes no pudieron vacunarse, un 79,7% tuvo como causa la falta de vacunas, con menor disponibilidad en GBA (90,7%), seguido por el NOA (87,3%) y la región de Cuyo (83,3%). Análisis mediático Además de la constante actualización del ICAV, la Fundación Bunge y Born diseña una segunda herramienta para medir la confianza en las vacunas. Se trata de un monitoreo del discurso público: consiste en el registro de millones de publicaciones sobre vacunas en redes sociales y medios argentinos que se viene realizando desde enero de este año, y que se incluirá en los próximos resultados.
- "El 96% de los argentinos cree que es seguro vacunarse, pero el 13% no pudo hacerlo"
Se trata del Índice de Confianza y Acceso a Vacunas (ICAV) elaborado por la Fundación Bunge y Born; que analiza la importancia, seguridad y eficacia que las personas otorgan a las vacunas, la reticencia de la comunidad a vacunarse, y también qué barreras de acceso le impidieron vacunarse en el último año. Según el ICAV 2019 —basado en 7.000 encuestas realizadas a mayores de 15 años— la confianza de la población en las vacunas es elevada: el 95.8% considera que son seguras, el 95,47% las cree importantes para los niños y el 93,69% las considera efectivas. En cuanto a barreras de acceso: alrededor de un 13% no logró vacunarse o vacunar a los menores a su cargo la última vez que intentó hacerlo. El faltante de vacunas se revela como el principal motivo, con mayor intensidad entre quienes tienen niños a cargo. La Fundación Bunge y Born (FBB) trabaja, desde enero de 2019, en el desarrollo del ICAV, que estudia las causas por las que existe una amplia brecha entre un nivel óptimo de vacunación y las tasas existentes en el país. El objetivo del índice es contribuir al diseño de los programas y estrategias de inmunización, y orientar de manera eficiente los recursos humanos y financieros destinados a ella, en el marco de las políticas de salud pública. Los resultados fueron presentados por Gerardo della Paolera, director ejecutivo de la FBB; el jefe del Departamento de Medicina del Hospital de Niños ‘Ricardo Gutiérrez’ y líder del proyecto “Observatorio de la Salud del Niño y el Adolescente” de la FBB, Eduardo López; la responsable de la unidad de Infecciosas del departamento de Medicina del Hospital de Niños ‘Ricardo Gutiérrez’, María Marta Contrini, y el equipo de especialistas en estadística y ciencia de datos de la FBB. Sobre el ICAV 2019 En las oficinas de la FBB se presentó el primer índice, correspondiente a 2019, que surge del estudio de 7.000 encuestas completas realizadas a teléfonos celulares, entre julio y septiembre de 2019, a personas mayores de 15 años. La muestra analizada es consistente con los parámetros de sexo, edad y nivel educativo de la población argentina, habiendo sido calibrada y ponderada de acuerdo a datos censales. El ICAV se actualizará anualmente con el objetivo de detectar variaciones que pongan en peligro el nivel óptimo de vacunación de la población. Se utilizará el mismo instrumento para comparar resultados periódicamente. El próximo índice se dará a conocer a fines de 2020. “Como conclusión, se desprende que en Argentina, aún con una menor confianza entre la población más joven, las barreras de acceso son el principal motivo que explica el déficit de cobertura de vacunación. Esto contrasta con la situación en algunos países desarrollados, donde la opinión sobre las vacunas es la principal problemática”, aseguró Eduardo López. Y ejemplificó la situación de Europa al detallar que en Francia, un 32% de la población cree que las vacunas no son seguras. Y, en 2018, hubo 80 casos de sarampión en ese continente que causaron 28 muertos, pese a que es una enfermedad ampliamente controlable con la vacunación. En tanto Gerardo della Paolera, sostuvo: “Del estudio también se infiere la importancia del sistema público de salud: un 85,9% de la población se vacuna en hospitales públicos o centros públicos de vacunación, mientras que el 14,1% lo hace en centros privados”. En tanto, la población con niveles educativos bajos presenta menor confianza en las vacunas y también se encuentra con mayores barreras de acceso a la hora de la vacunación. En términos regionales, las zonas del NEA y el NOA aparecen caracterizadas por una menor confianza y mayores barreras de acceso a la inmunización. Confianza Los indicadores de percepción general de la población encuestada en relación a las vacunas arrojan un elevado nivel de confianza: alrededor del 96% de las personas considera que las vacunas son seguras, el 95,47% las cree importantes para los niños, el 93,69% efectivas, y el 74,59% compatibles con sus creencias religiosas. Ante la pregunta sobre si las vacunas son buenas para los niños, quienes tienen entre 31 y 40 años (mayormente con hijos en edad de vacunarse) son aquellos con una confianza más alta (un 97%), siendo más baja (94.3%) en la franja de 21 a 30 años, otro importante grupo etario con niños pequeños. Por otra parte, a medida que crece el nivel educativo las personas exhiben más confianza en la vacunación en los niños. Por ejemplo, hay más de 10 puntos de diferencia entre quienes tienen primario incompleto y título universitario o posgrado. También hay una diferencia sustancial respecto de la localización geográfica: el nivel de confianza es muy superior en la Patagonia (99,2%) y GBA (96,8%) frente al NOA (90.8%) o la región de Cuyo (91.9%). En lo que hace a la seguridad, un mayor porcentaje de personas por encima de los 30 años de edad considera que las vacunas son seguras en comparación a los más jóvenes. También, el porcentaje es más alto en el centro del país (97,6%), en la región de Cuyo (96,5%) y en GBA (96,1%). Respecto de la efectividad, es mayor la confianza en las vacunas en el rango etario superior a 50 años, y como en el resto de las respuestas, asciende de acuerdo a mayor nivel educativo: primario incompleto (88,5%) y universitario (95,6%). Ante la consulta de si las vacunas son compatibles con su religión, entre un 22,5% y un 27,7% por ciento de la población cree que no, pero a medida que se eleva el nivel educativo crece significativamente la compatibilidad percibida entre vacunas y religión profesada, con más de 10 puntos de diferencia entre personas con primaria incompleta y posgrado. A nivel región del país, la población siente mayor compatibilidad entre su religión y las vacunas en GBA (79,5%) y CABA (79,4%). Barreras de acceso Según el ICAV 2019, las causas de la brecha entre el nivel óptimo de vacunación y las tasas existentes en el país se relacionan con las distintas barreras de acceso: un 13% (entre un 11% y un 14% de la población) no logró vacunarse, o vacunar a los menores que tenía a su cargo, la última vez que intentó hacerlo. El faltante de vacunas aparece como el principal motivo, aún con mayor intensidad entre quienes tienen menores a cargo; otros, son la difícil accesibilidad a los centros de vacunación, la espera, contraindicación médica errónea, entre otros. Por ejemplo, un 2,3% tuvo dificultades por la distancia, un 9,2% por el costo del viaje, y tan solo el 67,7% no tuvo problemas en función de la distancia. Evaluando el nivel de acceso a las vacunas en su conjunto, los resultados indican que las dificultades para vacunarse son mayores entre la población joven y entre aquellas personas con menor nivel educativo alcanzado. A nivel país, sólo el 86,3% de los consultados logró vacunarse la última vez que asistió. Teniendo en cuenta la región: NOA y NEA fueron las zonas más bajas con 83,3% y 84,3%, respectivamente, seguidas de CABA con 84,5%. Entre quienes no pudieron vacunarse, un 79,7% tuvo como causa la falta de vacunas, con menor disponibilidad en GBA (90,7%), seguido por el NOA (87,3%) y la región de Cuyo (83,3%). Diseño de la encuesta telefónica La encuesta incluyó 25 preguntas diseñadas para indagar el estado de la inmunización respecto a niños, adolescentes, embarazadas, adultos en general y tercera edad. El diseño consistió en un muestreo aleatorio estratificado, definiendo a las provincias más Cordón I, II y III e interior de la provincia de Buenos Aires como estratos. Los reemplazos se hicieron automáticos en función de la divergencia entre la distribución territorial objetivo y la empírica. La consideración se realizó mediante estimadores de calibración, en función de datos paramétricos del censo, balanceando sexo, edad, cantidad de integrantes del hogar, nivel educativo y provincia. El cálculo de los intervalos de confianza se realizó mediante métodos de Montecarlo, para un nivel de confianza del 95%. El diseño permite generar estimaciones con representatividad regional. Los indicadores son comparables con el Vaccine Confidence Index, de la London School of of Hygiene & Tropical Medicine (www.vaccineconfidence.org), y se combinan con el Índice de Vulnerabilidad Sanitaria que la FBB ya desarrolló en el marco de otros proyectos de salud. La selección, diseño y análisis corre por cuenta de la Fundación Bunge y Born, mientras que los datos se recolectan a través de la empresa Inteligencia Analítica. Análisis de redes y medios (a presentar en 2020) La segunda herramienta para medir la confianza es un monitoreo del discurso público: consiste en el registro de millones de publicaciones sobre vacunas en redes sociales y medios argentinos, que la Fundación viene realizando desde enero de este año, y que se incluirá en los próximos resultados. La problemática actual de las vacunas La vacunación tiene un impacto directo en la reducción de la prevalencia de enfermedades evitables y muertes tempranas: la Organización Mundial de la Salud ha estimado entre 2 y 3 millones de muertes por año por tétanos, difteria, tos convulsa y sarampión. Además, pueden evitar algunas formas de cáncer (cuello uterino y otros ginecológicos) y Hepatitis B (el carcinoma hepático). Finalmente, reducen el consumo de antibióticos y la resistencia de las bacterias a los mismos. La Argentina cuenta con uno de los calendarios de vacunación más actualizados y completos del mundo. Sin embargo, en nuestro país dejan de aplicarse alrededor de 700.000 dosis de alguna de las vacunas del calendario obligatorio durante el primer año de vida. Además, se observa un incremento en la aparición de discursos de grupos “antivacunas”, y el índice internacional de confianza en las vacunas[1] muestra que alrededor de un 2% de la población de nuestro país alega estar en desacuerdo con las vacunas, porque no las considera efectivas o incluso seguras. La gravedad de la situación mundial al respecto llevó a la OMS a declarar la reticencia a las vacunas como una de las Diez Amenazas Globales a la Salud Mundial. Acerca de la Fundación Bunge y Born La Fundación Bunge y Born (FBB) es una organización sin fines de lucro de alcance federal fundada el 1 de agosto de 1963. En la actualidad, invierte en innovación social y promueve el desarrollo de soluciones novedosas, escalables y basadas en evidencia, para contribuir al bienestar de las personas y de la sociedad. Para más información: www.fundacionbyb.org Facebook: /fundacionbungeyborn Instagram: /fundacionbungeyborn [1] The Vaccine Confidence Project. (2016). Accesible desde: https://www.vaccineconfidence.org
- Sarampión: Piden que se cumpla la vacunación
A24, 17 de septiembre de 2019 - A raíz de la reciente aparición de casos de sarampión en Argentina, en diálogo con Mauro Viale por A24, el Dr. Eduardo López, infectólogo pediatra y jefe del Departamento de Medicina del Hospital de Niños “Ricardo Gutiérrez”, señala que - según el ICAV de la Fundación Bunge y Born - el 13% de la población no pudo vacunarse la última vez que intentó hacerlo y recomienda reforzar las dosis de la vacuna contra dicha enfermedad. #infecciosas #icav
- Repercusiones de los resultados preliminares del ICAV
En una reunión realizada el martes 30 de julio, la Fundación Bunge y Born presentó algunos resultados preliminares de su Índice de Confianza y Acceso a Vacunas (ICAV) . Repercusiones destacadas Lanzan un índice para medir la confianza y el acceso a vacunas a largo plazo Diario Democracia - 4 de agosto de 2019 Lanzaron un índice para medir la confianza y acceso a las vacunas Diario La Opinión - 4 de agosto de 2019 Lanzan un índice para medir la confianza y el acceso a vacunas a largo plazo Grupo La Provincia - 3 de agosto de 2019 Importancia de las vacunas Diario La Opinión - 2 de agosto de 2019 Según un estudio, el 13% de los argentinos tiene problemas para acceder a las vacunas La Nación - 31 de julio de 2019 Cuáles son los obstáculos por los que el 13% de los argentinos no logró vacunarse INFOBAE - 31 de julio de 2019 El informe de la Fundación Bunge y Born: Cómo se hizo el estudio Página 12 - 31 de julio de 2019 Aunque el 96 % cree que las dosis "son seguras", el 13 % de los argentinos no se vacuna La Voz del Interior - 31 de julio de 2019 Estudio: un 13% de la población no pudo vacunarse cuando lo intentó Tucumán Noticias - 31 de julio de 2019 Pese a los “antivacunas”, estiman que el 96% de argentinos las considera confiables AM990 Formosa - 31 de julio de 2019 Uno de cada 10 argentinos no se vacuna y esta es la razón Los Andes - 31 de julio de 2019 Según un estudio, el 13% de los argentinos tiene problemas para acceder a las vacunas InfoArenales - 31 de julio de 2019 Argentinos en riesgo: las barreras que impiden el acceso a las vacunas Filo.News - 31 de julio de 2019 Pese a los “antivacunas”, un índice local estima que el 96% de los argentinos las considera confiables El Debate - 31 de julio de 2019 Un 13 por ciento de argentinos no logró vacunarse cuando lo intentó Agencia Universitaria de Noticias - 31 de julio de 2019 13% de los argentinos no logró vacunarse o vacunar a los menores a su cargo la última vez que intentó hacerlo Diario Prensa - 31 de julio de 2019 Estudio: un 13% de la población no pudo vacunarse cuando lo intentó Ambito - 30 de julio de 2019 Contra los mitos: pese a los “antivacunas”, un índice local estima que el 96% de los argentinos las considera confiables Clarín - 30 de julio de 2019 Un 13% de la población no pudo vacunarse cuando lo intentó LV12 Tucumán - 30 de julio de 2019 #icav #vacunas #infecciosas
- ¿Por qué bajó la aplicación de dosis de vacunas en Argentina?
EL ECO DE TANDIL, 2 de agosto de 2019 - La Fundación Bunge y Born difundió un informe en el cual se detallaba que alrededor del 13 por ciento de los argentinos no se aplicó alguna dosis del calendario nacional de vacunación en 2018. La doctora Florencia Bruggesser, directora médica de la Clínica Chacabuco, explicó las principales causas de ello. Al respecto, Bruggesser señaló que eso está en relación con lo que ocurre a nivel mundial y sostuvo que “las vacunas son presas de su propio éxito”, es decir que “cuando surgen las enfermedades, todas las personas se vacunan; pero cuando bajan o desaparecen, como sucedió con el sarampión, la polio, el tétano y otras, la gente empieza a ver efectos adversos o a cuestionarlas, entonces baja la cobertura de vacunación, lo que conlleva a que aparezcan nuevamente enfermedades que antes no teníamos”. Otros inconvenientes se relacionan con la accesibilidad a las vacunas, lo que se llama oportunidades perdidas de vacunación, que se dan cuando algún individuo se dirige a un centro de salud pero por diversos motivos, como por ejemplo la falta de dosis o la no indicación del médico, no se puede hacer una aplicación. “Después también tiene que ver con que van al centro de salud cuando salen de sus trabajos, alrededor de las 18 horas, y en ese momento ya están cerrados, por lo que se les dificulta poder vacunarse. Si no, también ocurre que va a un centro que no le corresponde o que quizá no está justo una vacuna”, complementó la directora médica de la Clínica Chacabuco. Por último, dijo que en reiteradas ocasiones se advierten las “falsas contradicciones” que indican que cuando el paciente está resfriado, por ejemplo, no puede vacunarse. “Se observa mucho que las personas se acerquen y por estas falsas contradicciones no les apliquen la dosis”, agregó. #icav #vacunas #infecciosas












