top of page

Resultados de la búsqueda

771 elementos encontrados para ""

  • Entregaron el premio Bunge y Born en física

    Fue en el Centro Cultural Kirchner con la presencia de Lino Barañao. EL TRIBUNO, 1 de septiembre de 2017 - El físico Carlos Balseiro, director del Instituto en Bariloche e investigador de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y el Conicet, recibió ayer el premio Fundación Bunge y Born 2017 en Física, en un acto en el CCK -ex Correo Central- del que participó el ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, el premio Nobel 2012 Serge Haroche, y numerosos científicos. "Lo importante del reconocimiento que tiene la Fundación Bunge y Born es los jurados que convoca, de expertos internacionales como un premio Nobel, es algo que a uno lo conmueve", contó a Télam Balseiro, hijo de José Antonio, el primer director de la institución creada en abril de 1955 por Juan Domingo Perón como Instituto de Física de Bariloche. El premio Estímulo otorgado por la Fundación que preside Jorge Born, hijo del empresario que fundó el conglomerado Molinos Río de la Plata, fue para el joven físico teórico Gonzalo Torroba, también integrante del Balseiro, instituto que funciona en el Centro Atómico Bariloche por un convenio entre la Universidad Nacional de Cuyo y la CNEA. "Fue una sorpresa inesperada para todos, y un gran honor porque es un premio establecido hace 50 años, con jurados indiscutidos, y al Estímulo lo veo como una responsabilidad a seguir avanzando en el futuro", dijo Torroba a Télam. El investigador trabaja en Física de altas energías, que estudia lo que pasa a escalas muy microscópicas usando mecánica cuántica y relatividad especial, en colaboración con físicos de Estados Unidos, país en el que estuvo radicado por una década. Torroba considera relevante "explicar la importancia de la ciencia básica, porque la realidad es que si uno interrumpiera el financiamiento de la ciencia básica, en diez años no existiría la ciencia aplicada, esa es la realidad". "Sí es cierto que es una política a más largo plazo, pero hay que ver su importancia, porque los desarrollos que estamos viendo ahora en la ciencia aplicada, eran descubrimiento de la ciencia básica de hace diez años, entonces, hoy en día nadie puede hacer ciencia aplicada sin hacer ciencia básica porque en diez años se le termina el programa. Esa división no me parece: al final es todo ciencia", enfatizó. Balseiro consideró que "sin ciencia, sin desarrollo tecnológico, es imposible aspirar a un país con bienestar para todo el mundo, de manera que hay que hacer un esfuerzo y no alcanza con inversiones circunstanciales, este año sí y el año que viene no, hay que tener continuidad y espero que la tengamos". "Esto empezó con el Instituto de Física de Bariloche y con el tiempo creció, ha dado lugar a la empresa de tecnología más importante del país y tal vez de la región -la rionegrina Invap-, hoy es un polo científico". #premio #fisica

  • La Fundación Bunge y Born entrega sus premios anuales a dos físicos cuánticos

    EFE, 31 de agosto de 2017 - La Fundación Bunge y Born entregó hoy su premio anual al doctor Carlos Antonio Balseiro, y la modalidad "Estímulo" del galardón, destinada a jóvenes científicos, al investigador Gonzalo Torroba, ambos expertos en física cuántica y procedentes de Bariloche, en el sur del país. La Fundación, que premia "la excelencia científica en diferentes ámbitos", valoró en Balseiro su condición de "líder mundial reconocido" en el campo de la materia condensada, y calificó a Torroba como "un joven físico teórico que ha demostrado excepcional creatividad y una singular capacidad de trabajo". En la entrega del premio, celebrada en el Centro Cultural Néstor Kirchner, el presidente de la Fundación, Jorge Born, destacó que, más allá del reconocimiento personal de los científicos, el galardón "expone su obra y sus logros a la sociedad", lo que sirve también para "revalorizar la ciencia". La ceremonia, que este año celebró su 54 edición, contó con la presencia de los ministros de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, y de Transportes, Guillermo Dietrich. Tras recibir el premio, Balseiro, hijo del creador del Centro Atómico Bariloche (CAB), y director del Instituto Balseiro, en el que trabaja actualmente, aseguró que era "una de las sorpresas más grandes en su vida", y defendió que "hacer ciencia es un trabajo creativo". Antes de desempeñarse en el CAB, Balseiro fue investigador asociado en la Universidad de Berkeley (EE.UU.) y, más adelante, investigador visitante en numerosas instituciones, como el Instituto Laue Langevin en Grenoble (Francia), la Universidad de Grenoble y la Universidad de California en Berkeley. Acerca de su reconocida labor docente, afirmó que la clave es no dar "recetas" a los estudiantes, sino plantearles "desafíos". Por su parte, Torroba, que trabaja en el equipo que dirige Balseiro, dijo que el galardón le dio "mucha energía para seguir investigando y formando gente". El joven científico admitió que le era "extraña la idea de trabajar en lo que más le apasiona", y resaltó que la investigación en física requiere "imaginación". Torroba, que definió la figura del físico teórico como "un explorador de la naturaleza", se doctoró en la Rutgers University de Nueva Jersey (EE.UU.) y fue investigador en el grupo de Física de Altas Energías de la Universidad de Stanford (EE.UU.), antes de ingresar en el Instituto Balseiro. Entre los miembros del jurado se encontraba el premio Nobel de Física de 2012, Serge Haroche, que en su discurso subrayó la carrera y el reconocimiento internacional de ambos, pero puso en valor que permanezcan en Argentina, un país que, al igual que sus alumnos, "los necesita". Haroche destacó el perfil "experimentalista" de los galardonados, que, a su juicio, presenta mayores dificultades. El director ejecutivo de la Fundación Borge Y Born, Gerardo della Paolera, declaró a Efe que el Instituto Balseiro es "uno de los más importantes en América Latina" en investigación física, ingeniería nuclear, nanotecnología y medicina nuclear. #premio #fisica

  • Premios Bunge & Born

    LA NACION, 31 de agosto de 2017 - Bunge y Born, grupo económico de fuertes raíces en la Argentina, ganó peso y prestigio y fue diversificando las ramas de actividad, expandiéndose además internacionalmente y creando su propia fundación al celebrar sus primeros 80 años en el país, en agosto de 1963. Desde este valioso espacio, cuyo acento recae en el ámbito de la innovación social, se promueve el desarrollo de soluciones novedosas aplicadas a problemas educativos, culturales, científicos y de salud. Con ese espíritu nació el muy prestigioso Premio Fundación Bunge y Born, que se entrega anualmente desde 1964. El Premio Estímulo a Jóvenes Científicos se instauró en 2001. Ambos alternan entre distintas disciplinas: agronomía, biología, bioquímica, física, geología, ingeniería de procesos, medicina, paleontología, química y veterinaria. Consagrados profesionales y brillantes jóvenes han sido anoche merecedores de la distinción. Actualmente, la dirección ejecutiva de la fundación está en manos del destacado doctor en Economía Gerardo Della Paolera. Un prestigioso jurado internacional, presidido por el doctor Juan Carlos Paz e integrado por científicos del país y del exterior, entre ellos el francés Serge Heroche, premio Nobel de Física 2012, distinguió este año al físico argentino Carlos Antonio Balseiro con el premio Fundación Bunge y Born 2017. Identificó a Balseiro, director del Instituto Balseiro Centro Atómico Bariloche, fundado por su padre en 1955, como "un líder mundial reconocido en física de la materia condensada". Con humildad, el hoy decano del instituto, confiesa que le resultaba impensado que pudiera merecer la distinción y destaca que es fruto de un trabajo de equipo. Por su parte, el premio Estímulo a Jóvenes Científicos 2017 correspondió a un creativo físico estudioso de la "teoría de las cuerdas", Gonzalo Torroba, de 36 años, también formado en el Instituto Balseiro, actualmente docente, con doctorados en Rutgers University de Nueva Jersey y en Stanford. Nos llena de orgullo que la Fundación Bunge y Born siga distinguiendo por sus capacidades y labores a quienes tanto aportan al desarrollo y al crecimiento de la nación. #premios

  • Entregaron los premios Bunge y Born a dos físicos barilochenses

    Carlos Balseiro y Gonzalo Torroba fueron distinguidos por su trayectoria en el campo de las ciencias. El acto contó con la presencia del ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao. RÍO NEGRO, 31 de agosto de 2017 - En una ceremonia realizada anoche en la ciudad de Buenos Aires, los físicos Carlos Balseiro y Gonzalo Torroba recibieron los premios en Física de la Fundación Bunge y Born 2017. El panel del acto, realizado en el CCK, estuvo compuesto por integrantes del jurado evaluador, como el premio Nobel en Física 2012, Serge Haroche, y el físico Juan Pablo Paz, además del ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao. Carlos Balseiro, director del Instituto Balseiro, fue galardonado con el premio Trayectoria 2017, que se otorga desde 1964 a destacados científicos argentinos. Gonzalo Torroba, egresado y docente del mismo instituto, recibió el premio Estímulo 2017, galardón que es otorgado a jóvenes científicos desde 2001. “La calidad, la profundidad y la constancia de la interacción promovida por el Dr. Balseiro con sus colegas experimentales del Grupo de Bajas Temperaturas de Bariloche es de enorme impacto en la física argentina”, señaló el jurado en los fundamentos de la distinción. En el caso de Torroba, los evaluados destacaron sus contribuciones al área denominada “teoría de cuerdas”, analizando aspectos fenomenológicos de la física de altas energías y de la cosmología. También se mencionó su paso por la Universidad de Stanford, lugar en el que trabajó en distintos aspectos de la correspondencia holográfica. “Nos reunimos esta noche para reconocer a dos notables científicos argentinos que se destacan por sus contribuciones en el campo de la física”, dijo Jorge Born, presidente de la Fundación, quien destacó la incidencia de la física en la tecnología vigente: “sin los espectaculares avances de la física cuántica no existirían por ejemplo los microchips, la fibra óptica, las lámparas LED”, enumeró. Durante el acto se destacó además que los premios Bunge y Born son esencialmente un reconocimiento de la comunidad científica hacia sus pares más destacados, y que estos premios no sólo buscan valorar a los científicos sino principalmente contarle a la sociedad sus logros. Tanto Carlos Balseiro como Gonzalo Torroba se formaron como físicos con becas completas de la Comisión Nacional de Energía Atómica (Cnea) en el Instituto Balseiro. Realizaron además posgrados en el exterior y son investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) en el Centro Atómico Bariloche. Balseiro es también investigador de la Cnea. #premios #fisica

  • Carlos Balseiro, ganador del premio Bunge y Born 2017 en Física

    El físico, investigador del CONICET y la CNEA recibió el galardón junto al jóven investigador, también del Consejo, Gonzalo Torroba, quien recibió el Premio Estímulo de dicha Fundación. CONICET, 31 de agosto de 2017 - En un acto celebrado en la Sala Argentina del CCK –ex Correo Central- ante un auditorio colmado, el doctor Carlos Balseiro, investigador superior del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), y director del Instituto Balseiro de Bariloche recibió el galardón de la Fundación Bunge y Born. Estuvo presente el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación (MINCyT), doctor Lino Barañao, miembros del Directorio del CONICET, un jurado de notables, y destacados científicos. Tanto Balseiro como Torroba trabajan en el Instituto Balseiro (IB), el cual depende institucionalmente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), a través del Centro Atómico Bariloche (CAB), y de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo). Durante la ceremonia, Balseiro, de destacada trayectoria y referente mundial en el área de física de la materia condensada, destacó que “es un orgullo la distinción de la Fundación Bunge y Born. Es impresionante los jurados que convoca, de expertos internacionales como un premio Nobel –Serge Haroche, Nobel de Física en 2012-, es algo que a uno lo conmueve”. El premio Estímulo fue para el joven investigador Gonzalo Torroba, físico teórico que ha hecho excelentes contribuciones al área denominada “teoría de cuerdas”, analizando aspectos fenomenológicos de la física de altas energías y de la cosmología. En referencia al premio, Torroba expresó que “es un gran honor y una responsabilidad a futuro ya que es un estímulo a seguir trabajando en la misma dirección y a su vez, iniciar áreas nuevas. También quiero destacar que es un premio no solamente para mí sino para todo el equipo del Instituto Balseiro y el Centro Atómico –CNEA- con el que trabajo”. #premio #fisica

  • Premian a dos físicos del Balseiro

    Carlos Balseiro, actual director del centro académico que fundó su papá en 1955, y Gonzalo Torroba recibirán hoy el premio Bunge y Born 2017. PERFIL, 30 de agosto de 2017 - Dirige desde 2016 el Instituto Balseiro, la unidad académica de excelencia que su papá, José Antonio Balseiro, fundó en 1955. Carlos Balseiro tiene 66 años, nació en Bariloche y es egresado de la Licenciatura y del Doctorado en Física de ese centro de enseñanza que depende de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la Universidad Nacional de Cuyo. Con una extensa trayectoria en investigación y docencia, Balseiro recibirá este miércoles el Premio Fundación Bunge y Born 2017, tras ser elegido por un jurado de expertos nacionales e internacionales. Entre ellos, el Premio Nobel en Física 2008: Serge Haroche. Además, recibirá el premio Estímulo a Jóvenes Científicos el físico Gonzalo Torroba, de 36 años y oriundo de La Pampa.“Fue una gran sorpresa recibir el llamado telefónico. No lo esperaba ni lo soñaba. Me siento muy honrado, no sólo por lo que representa la Fundación  sino por el gran jurado”, expresó Balseiro, quien está casado con una docente en química y tiene tres hijos. Como investigador de la CNEA y el Conicet, trabaja en el grupo de Teoría de la Materia Condensada del Centro Atómico Bariloche. “La idea es estudiar las propiedades cuánticas de la materia. Las leyes fundamentales que rigen en la física de los materiales son conocidas pero las consecuencias de aplicar esas leyes pueden ser muy complejas. Las mismas leyes dan lugar a propiedades como el magnetismo, la superconductividad y todo eso, por supuesto, depende de detalles microscópicos, de cómo es la estructura electrónica”, le explicó Balseiro a Perfil. El Instituto es uno de los grandes centros formadores de físicos e ingenieros de América Latina y germen de la empresa Invap, que fabrica desde reactores nucleares hasta satélites y radares. “Hacemos una selección de los chicos que se presentan para ingresar, ya que deben tener un ciclo básico de dos años de física o ingeniería en universidades públicas o privadas. Hacemos un examen y a los preseleccionados los entrevistamos antes de ofrecerles una beca. Trabajamos con números pequeños, son 15 estudiantes por carrera. Los egresados, en general, tienen buena inserción laboral. Nosotros formamos profesionales para hacer investigación y desarrollo. Nuestro interés es fomentar el trabajo creativo, la posibilidad de innovar, de crear nuevo conocimiento”. - ¿Cree que hoy faltan vocaciones científicas? - No sé si faltan o si no somos capaces de despertar las vocaciones científicas que están latentes en los chicos. Todos los chicos tiene curiosidades y habilidades. Creo que deberíamos hacer más para despertar esas vocaciones. Nosotros organizamos concursos con colegios secundarios y hay chicos súper interesados. Son aquellos que han tenido la oportunidad de ver algo de ciencia en el colegio o en la casa. Hay que buscar la forma de que los investigadores se acerquen más a la escuela pero también que la misma escuela puede dar respuestas a este desafío de despertar vocaciones científicas. - ¿Los afecto el recorte en ciencia? ¿Le preocupa el tema? - No hemos sufrido el recorte en becas de grado. En ese sentido, hemos tenido apoyo. Es preocupante sin duda que la investigación a nivel nacional no encuentre una política de Estado que pueda definir con claridad para dónde va la ciencia argentina. Si la Argentina no define esta importancia de la ciencia y la tecnología va a ser difícil que podamos transitar el camino hacia el desarrollo en serio. Problemas tenemos que esperar, a lo que deberíamos aspirar es a tratar de resolverlos con una política de mediano a largo plazo. La ciencia no se improvisa. Nuestro país ha sufrido muchísimo en décadas anteriores, con universidades que crecían, se desintegraban y volvían a crecer. Esto no sirve para nada. Hay que darle continuidad a la tarea. #premio #fisica

  • Capacitarán a supervisores de nivel inicial

    La formación tendrá una duración de 40 horas presenciales. Se conformará un espacio de diálogo y reflexión conjunta entre todos los actores participes de las trayectorias educativas de los niños y niñas. NEUQUÉN INFORMA, 29 de agosto de 2017 - Entre el 4 y el 8 de septiembre se desarrollará en el Hotel Suizo de Neuquén capital un espacio de formación profesional para supervisores de nivel inicial. La iniciativa se enmarca en el “Programa Sembrador”, que lleva adelante la Fundación Bunge y Born en conjunto con la Fundación Pérez Companc, brindando espacios de formación y asesoramiento para el acompañamiento de actuales y futuros supervisores de nivel inicial. La propuesta consiste en una semana completa de trabajo, con jornadas de 9 a 18 horas durante los 5 días, alcanzando un total de 40 horas presenciales, con una modalidad que combinará exposiciones y actividades con formato taller. “Es un espacio de construcción colectiva, que brindará herramientas para promover la reflexión y enriquecer las prácticas cotidianas educativas de quienes ocupan roles de conducción, que impactan en el hacer de directivos y docentes”, expresó la ministra de Educación, Cristina Storioni, y agregó que “permitirá instalar nuevos modos de mirar y pensar el nivel inicial, fortaleciendo las políticas educativas para la primera infancia”. El objetivo de la capacitación es ofrecer herramientas teórico-prácticas para mejorar el rol pedagógico del supervisor; brindar un espacio de formación para los interesados en concursar para cargos de supervisión y construir una mirada compartida acerca del rol pedagógico y las prioridades de la función. En este sentido, se trabajarán diversos contenidos, como por ejemplo: la especificidad del nivel inicial; la agenda actual del nivel inicial; el rol del supervisor como facilitador de procesos; el plan de mejora desde la gestión, entre otros. La coordinación general de exposiciones estará a cargo de Cristina Carriego, Doctora en Educación y Magister en Gestión Educativa, y autora de numerosos libros y publicaciones sobre investigación educativa y gestión escolar. Otros capacitadores serán Celia Renata Rosenberg (Dra. En Filosofía y Letras e investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas); Daniel Brailovsky (Dr. en Educación, docente de nivel inicial y profesor en Educación Musical); Miguel Ángel Roldan (Prof. de Nivel Inicial y profesor nacional de dibujo) y la docente Ruth Harf. #sembrador #fpc #neuquen

  • Carlos Balseiro, ganador del premio Bunge y Born: "La ciencia valora la belleza"

    El físico recibe hoy una de las recompensas más importantes que se entregan a científicos en actividad. LA NACION, 29 de agosto de 2017 - Situado en un entorno idílico, a orillas del Nahuel Huapí, en Bariloche, el Instituto Balseiro es una marca registrada de excelencia en formación científica. Por sus claustros pasaron algunos de los físicos más destacados de la actualidad, en el país y en el plano internacional. Entre ellos está Carlos Balseiro, uno de los cuatro hijos del fundador del Instituto y este año ganador nada menos que del Premio Bunge y Born, una de las recompensas más importantes que se entregan a científicos en actividad en América latina. Como si esto fuera poco, Gonzalo Torroba, doctor en Física por la Universidad Rutgers, que resultó ganador del Premio Estímulo a Jóvenes Científicos, también se formó en la misma institución. Un "doblete" impecable. El jurado encargado de evaluar las postulaciones estuvo integrado por Juan Pablo Paz, de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, Francisco de la Cruz, Mariana Weissman y Daniel Bes, de la CNEA, Gabriela González, vocera del experimento LIGO, que detectó por primera vez ondas gravitacionales, Serge Haroche, Premio Nobel de Física 2012 e investigador del Collège de France, y Matías Zaldarriaga, físico argentino que trabaja en el Instituto de Estudios Avanzados de Princeton, en los Estados Unidos. ”Cuando uno piensa en esos nombres, se siente chiquito”, comenta Balseiro, que llegó desde Bariloche manejando su propio auto. Autodefinido como físico teórico, Balseiro trabaja en materia condensada, y específicamente en electrónica molecular: estudia cómo circulan corrientes a través de moléculas. "Uno imaginaría que una molécula de ADN es, en última instancia, un cable muy finito y que los procesos que uno sabe que se dan en los cables deberían darse en las moléculas –explica–. Pero no es así: en éstas aparecen fenómenos nuevos en los que rige la mecánica cuántica. Nuestra intención es entender con profundidad cómo son esos procesos físicos. Hay quienes con más imaginación piensan que algún día vamos a tener electrónica de plástico o de tejido orgánico. Cuando uno hace pasar corriente por moléculas de ADN que tienen esa estructura de tornillo, aparecen fenómenos magnéticos inesperados, sorprendentes." Doctor Balseiro, ¿cómo se logra hacer pasar corriente por una única molécula? –Es notable: los físicos experimentales hoy pueden tomar moléculas orgánicas más o menos complicadas y soldarles cables. En realidad, ubican dos cables enfrentados a distancias muy cercanas, ponen una solución con las moléculas, esperan un rato hasta que venga alguna, se apoye, y se fije químicamente a la superficie de ese material, que normalmente es oro. Cuando ven que aparece corriente, hacen las mediciones. Después, hay que lograr que los experimentos sean reproducibles, porque algo que sucede una sola vez no se puede tomar como definitivo... –Hace años, se pronosticó que existirían computadoras biológicas. ¿Tiene algún asidero esa idea? –Hoy se sigue pensando que probablemente estos transistores moleculares podrán llegar a cumplir alguna función, pero el interés de estudiar esto va más allá. Incluso yo diría que se trata de entender la forma en que circulan las corrientes en general. Porque, por ejemplo, el cerebro es un “aparato” por el que circulan corrientes eléctricas. Es interesante desde el punto de vista fundamental y hay aplicaciones posibles. Entender cómo circulan las corrientes por moléculas permitiría hacer una descripción más acabada de lo que sucede en el tejido biológico. –La nanotecnología (que estudia lo infinitamente pequeño) es una de las disciplinas de mayor crecimiento en las últimas décadas. ¿Es suficiente el número de investigadores que tiene el país en este campo? –Sí, hay una masa crítica que se ha dado a partir de programas de promoción del Ministerio de Ciencia y Tecnología, que la consideró un tema prioritario. Para mí, es particularmente interesante porque es una actividad multidisciplinaria. Participan los químicos, los físicos y, en alguna medida, los biólogos. Uno tiene que aprender a comunicarse con todos ellos, que hablan otro lenguaje. Creo que esto tuvo un impacto en el desarrollo de la física argentina. –¿Qué particularidad de su formación les permite a los físicos participar en todo tipo de problemas? –Son muy ambiciosos (se ríe). Investigan en economía, medicina, genómica... Diría que los físicos tienen una formación más profunda en matemática y eso les da cierta flexibilidad. Uno está preparado para abordar problemas como el tránsito en una calle de la ciudad o la circulación de electricidad en una molécula. –¿Siendo hijo de una figura célebre de la física local, su vocación fue por default? –No creo. De mis tres hijos, ninguno se dedicó a la física; están más orientados hacia el diseño, el arte... La ciencia es, sin duda, una actividad creativa, crea nuevas formas de interpretar el universo. Valora la belleza. Cuando uno encuentra un estudiante que resuelve un problema de manera inteligente, piensa: “¡Qué lindo lo hizo!”. De un razonamiento puro, limpio, que fluye, uno dice “¡Qué belleza!”. Las leyes de la naturaleza tienen cierta simetría, cierta estructura que hacen exclamar “Esto es lindo, agradable”. En cambio hay teorías rebuscadas, que resultan feas... –¿Pero el ambiente familiar y el hecho de haber frecuentado desde chico los claustros del Instituto lo motivaron especialmente? ¿Se destacaba en la escuela en las materias científicas? –En el colegio no fui un buen alumno, pero no me costaba nada la matemática. Yo les explicaba a mis compañeros y ellos me hacían la prueba de literatura. No me gustaba leer, algo de lo que después me arrepentí. Me hice lector ya de grande y siento que me perdí muchos años de lecturas. Supongo que fue eso lo que me llevó hacia la ciencia. Mi padre se murió a los 42 años. Mi madre, una mujer muy especial, se quedó sola con cuatro chicos. Era profesora de matemática. Nunca nos dijo que teníamos que estudiar, pero de alguna manera nos transmitió algo, porque los cuatro fuimos a la universidad. Mi hermano es biólogo y mis hermanas son arquitectas. En mi casa se hablaba de mi padre como una figura imponente, pero nunca hubo una presión explícita para hacer esto o aquello. –¿Y hoy, después de una vida dedicada a la investigación, hubiera preferido otra cosa? –No sé. Creo que uno disfruta de lo que hace si las cosas le salen razonablemente bien. A mí me gusta mucho hacer física. Disfruto mucho. Uno se divierte. Y sentarse con estudiantes ya graduados, que están haciendo el doctorado, que a uno lo desafían... sentarse frente a un pizarrón con una tiza, discutir... es lindo. –El Instituto Balseiro se distingue por la calidad de sus graduados. De hecho, ambos ganadores del premio Bunge y Born de este año son egresados de sus aulas. ¿Qué es lo que lo hace diferente? –Bariloche es especial en varios sentidos. Primero, es un gran laboratorio de investigación y desarrollo dentro del cual hay una escuela de física y otra de ingeniería con pocos alumnos, muy bien seleccionados después de dos años de universidad. Cuando uno los elige, ya son chicos que tienen una vocación, una preparación razonable. Tener una escuela de ingeniería nuclear y de ingeniería mecánica es muy bueno porque permite interactuar con gente que piensa de otra manera, algo muy enriquecedor. La Argentina necesita muchos más ingenieros que los que tiene. Hay miles de estudiantes en el país y uno selecciona 15 por aquí y 15 por allá. La idea no es agregar 30 estudiantes más, sino entrenar gente que tenga una formación muy sólida, que aprenda a resolver problemas, que se involucre en proyectos de investigación y desarrollo muy temprano en la carrera, un grupo de profesionales con otras capacidades. –Usted tuvo ofrecimientos para trabajar en el exterior. ¿Nunca pensó en emigrar? –Siempre me sentí cómodo en Bariloche. Es mi lugar. Si yo me iba, ¿qué podía esperar del resto? Por otro lado, hay algo que también es cierto. Todos esperamos hacer cosas que sean reconocidas, pero hay que tener presente que es difícil que uno vaya a cambiar el mundo. Yo siempre sentí que quedarme en Bariloche era cambiar un poquito el mundo, que educar gente en Francia, Italia o EEUU era mucho menos significativo. Uno debe dejar algo y creo que si he dejado algún legado estuvo en educar más que en mis contribuciones originales. He tenido estudiantes fantásticos. –¿Se esperaba este premio? –Fue una sorpresa inimaginable, de veras. Es algo que todo el mundo dice: esto es un trabajo de equipo. Pero yo quiero decirlo, pero muy sinceramente: es un reconocimiento a un grupo de trabajo. Yo no escribí ningún paper solo. Todos mis trabajos fueron con estudiantes, porque a mí me gusta trabajar siempre con gente joven, o con profesores, colegas. Los aportes que pude haber hecho hubieran sido imposibles sin un grupo bien establecido donde se trabaja con cierta tranquilidad. #premios #fisica

  • Carlos Balseiro: “Sin inversiones de riesgo, estaremos relegados en materia tecnológica”

    Mano a mano el ganador de la edición 2017 del premio Fundación Bunge y Born. Este miércoles recibirá el reconocimiento. CLARIN, 27 de agosto de 2017 - Carlos Antonio Balseiro (66), físico argentino de prestigio internacional y director del Instituto Balseiro, Centro Atómico Bariloche, está en Buenos Aires para recibir el miércoles el Premio Fundación Bunge y Born 2017. El galardón fue concedido por un jurado presidido por el físico Juan Pablo Paz e integrado por prestigiosos científicos del país y del exterior. Entre ellos, el investigador francés Serge Haroche, Premio Nobel de Física 2012, que vino a la Argentina. Sentado en un banco de Tecnópolis, Balseiro analiza un papel mientras espera el inicio de la entrevista. Su mirada es amable y la entonación de sus palabras pausada y clara. En el trayecto a La Nave de la Ciencia, donde horas después brindó una conferencia, un grupo de personas lo frena para saludarlo afectuosamente. ¿Qué representa recibir este premio para su carrera? Fue una gran sorpresa. Entiendo, también, que es un reconocimiento a la trayectoria de 40 años de trabajo, en los que no estuve solo, ya que tengo un equipo que me acompaña. Estudié en Bariloche, donde también hice mi doctorado y me fui a la Universidad de California en Berkeley, donde estuve tres años. Después me fui un tiempo a Francia, aunque siempre volví a Bariloche. ¿En qué disciplina de la física se especializa en la actualidad? Soy físico teórico y el marco general es lo que en la jerga se llama la física de la materia condensada, un campo de la disciplina que se ocupa de las características físicas macroscópicas de la materia. En el pasado me ocupe de problemas de súper conductividad, de magnetismo, de la teoría cuántica de la materia. Actualmente nos focalizamos en el transporte de energía en sistemas extremadamente pequeños, desde moléculas hasta cables atómicos. Una de las preguntas que nos hacemos es cómo se transmite la corriente eléctrica a través de una molécula. Hay experimentos increíbles en donde se sueldan cables y hacen pasar electrones a través de las moléculas. Así, estudiamos cómo cambian las propiedades cuando uno deforma una molécula. La electrónica molecular, conocida como moletrónica, es la rama de la ciencia encargada del estudio y aplicación de bloques de construcción moleculares para la fabricación de componentes electrónicos. Es un área interdisciplinaria en la que conviven física, química y la ciencia de materiales. ¿A dónde podría conducir esta línea de investigación? Nuestro interés principal es comprender la naturaleza de los fenómenos. Hoy se pueden hacer transistores de laboratorio con moléculas, que no se integraron en circuitos comerciales y probablemente falte mucho para que esto ocurra. En las moléculas se propagan corrientes eléctricas y entender cómo se origina este fenómeno y cómo se relacionan entre sí. A nivel de laboratorio se pueden utilizar cables atómicos para regular corrientes pequeñas, es decir electrones que viajan muy lentamente. Pasa uno, después otro y al rato uno más, pudiendo medir el momento en el que avanzan. Todo esto está relacionado con la computadora cuántica. ¿Cuál es la distancia que separa a la ciencia base de la tecnología? En inglés se conoce como ‘El valle de la muerte’ al camino que va de la investigación hasta la tecnología. Es complicado el traspaso de las ideas factibles a un producto comercial. En mi época, la gente que hacía ciencia básica y los que se dedicaban a la tecnología eran dos mundos opuestos. No era posible investigar y desarrollar, había que elegir una de las especialidades. Pero creo que hoy esa brecha se está cerrando, hay muchos investigadores que se dedican a la ciencia básica y después se pasan al desarrollo. Aunque hay cosas que se nos escapan y tiene que ver con la capacidad del país de generar empresas, pero eso está vinculado con la dinámica de la economía que es ajena a nosotros. ¿Cuánto del avance científico se vincula con el dinero que se invierte? La ciencia no se improvisa, si ponés una inyección de dinero a los tres años no va a crecer ciencia. Es una actividad que requiere mucha paciencia, se necesita formar gente y también requiere de cierta continuidad. Se precisan políticas de estado que se ocupen de otorgarle continuidad. Bariloche la tuvo a lo largo de 60 años, con altibajos, por supuesto. Donde los grupos maduraban y la gente joven reemplazaba a sus maestros y se seguía una línea que permite generar tradiciones, estructuras de trabajo y esto es central para el desarrollo científico. Por eso no es raro que INVAP esté en Bariloche. El mejor ejemplo de esta integración, aunque a otra escala, es que entre Stanford y Berkeley se ubica Silicon Valley. Así te das cuenta de que la tecnología tiene que nacer de los grupos de investigación y abastecerse. Es un ida y vuelta. Algún día llegará eso a la Argentina, pero hace falta continuidad. ¿Qué hace falta para que se dé este proceso en nuestro país? Cuando menciono la economía hablo de gente que esté dispuesta a mover recursos, efectuar inversiones de riesgo, en donde algunas dan resultado pero otras fracasan. Mientras esto no forme parte de nuestra cultura, estaremos un poco relegados en materia tecnológica, aunque científicamente podamos estar a la par de lo que se realiza en cualquier otro país del mundo. ¿Qué representa para usted ser el director del Instituto Balseiro, un lugar que fue fundado por su padre? Aún no dejé la investigación, pero así como en el pasado hubo gente que dedicó su tiempo para que nosotros podamos trabajar, puedo hacer un aporte para los más jóvenes. El que me ocupa es un rol de decano y me encargo de los aspectos académicos, que están ligados a la investigación. Tenemos cuatro carreras de grado: física, ingeniería nuclear, que son las más tradicionales y en este siglo, aparece la ingeniería mecánica y telecomunicaciones. Creo que hay que hacerse fuerte y avanzar en la formación. Trabajamos con pocos alumnos, porque pretendemos que se integren rápido a los grupos de investigación, que es el diferencial de nuestro instituto. El premio El Premio Fundación Bunge y Born, creado en 1964, es uno de los más prestigiosos reconocimientos a la ciencia y a la investigación de América Latina. En esta oportunidad, el ganador recibe 100 mil dólares. #premio #fisica

  • “Manos a la Ciencia”: concurso para proyectos de ciencia y tecnología

    La iniciativa convoca a escuelas secundarias y estudiantes universitarios de la provincia de Santa Fe a presentar ideas que den soluciones a problemáticas de su comunidad. CONCLUSION, 26 de agosto de 2017 - En el Instituto IIDEFAR – Max Planck Rosario se llevó a cabo el lanzamiento de “Manos a la Ciencia. Ideas – Proyecto” que convoca a escuelas secundarias y estudiantes universitarios de la provincia de Santa Fe a presentar proyectos para dar soluciones a problemáticas de su comunidad. La convocatoria está orientada a todas las escuelas secundarias y estudiantes universitarios de la provincia de Santa Fe y tiene como objetivo impulsar Ideas -Proyecto para dar solución a problemáticas de la comunidad. Los proyectos seleccionados recibirán entre 20 y 30 mil pesos para su ejecución y contarán con asesoramiento de personal de la Universidad Nacional de Rosario y/o CONICET para llevarlo a cabo. Las escuelas y estudiantes universitarios que quieran participar, deberán enviar un mail a pdts@iidefar-conicet.gob.ar para recibir información sobre las bases y condiciones para inscribirse a la convocatoria que estará abierta hasta mediados de noviembre de este año. “Tenemos un compromiso de hacer ciencia de la mejor manera posible, pero también hacerla de cara a la sociedad. Para mí ésta es una concepción que no negocio. Gracias a la educación pública me pude nivelar social, cultural y económicamente, por eso tengo que devolver”, dijo Claudio Fernández, director del Instituto IIDEFAR – Max Planck Rosario y de la Plataforma País Ciencia. Tras agradecer a la Universidad Nacional de Rosario, a Conicet, Fundación Bunge y Born y Fundación Medifé, por apoyar la iniciativa, Fernández se dirigió a directivos y docentes de escuelas de toda la provincia que llegaron a Rosario para el lanzamiento de las convocatorias 2017-2018: “Sin ustedes nosotros no tenemos sentido, porque los módulos que nosotros llevamos adelante, son el resultado de las inquietudes que nos trasladan docentes y estudiantes”. Manos a la Ciencia es una oportunidad que brinda el Instituto IIDEFAR – Max Planck Rosario en conjunto con la Plataforma País Ciencia, la Universidad Nacional de Rosario y el CONICET. La iniciativa cuenta con el apoyo institucional y el financiamiento económico de las Fundaciones Bunge y Born y Medifé, que hacen posible que los jóvenes de toda la provincia puedan llevar a la realidad proyectos que impacten en su comunidad. Al lanzamiento asistieron autoridades de la Universidad Nacional de Rosario, de CONICET, Secretaría de Innovación Productiva de Santa Fe, de los municipios de Esperanza, Granadero Baigorria y Rafaela, y de las Fundaciones Bunge y Born y Medifé, representantes de la cartera de educación de varias ciudades de la provincia, directivos y representantes de distintas escuelas secundarias. Antonio Ambrosini, relaciones institucionales de Conicet, aseguró que “Manos a la Ciencia es clave para que los chicos sepan que hay un mundo para investigar qué está ahí y que hay que abrirle la ventanita para que puedan mirar”. Mario Almirón, Gerente de Fundación Medifé, expresó que “estamos desde el inicio con País Ciencia porque la ciencia es un portal para el desarrollo, porque la vinculación educación ciencia genera un campo para aplicar el método científico y además porque Plataforma País Ciencia convierte a los chicos en protagonistas en la comunidad en la que viven”. Gerardo Della Paolera, Director ejecutivo de la Fundación Bunge y Born, mostró el apoyo a los proyectos que se llevan adelante y contó: “Cuando Claudio Fernández me vino a ver sentí que este proyecto es el que más nos entusiasma y el que mayor visión tiene. Es una cadena que une a los estudiantes secundarios y universitarios con la ciencia, y eso es muy importante porque saber de ciencia es la base de una sociedad civilizada. Además Claudio tiene más proyectos, para que todos se acerquen a la ciencia y puedan en un futuro ser los próximos premios. Estamos comprometidos en apoyar este emprendimiento porque es único”. Por su parte, Estela Orellano, Secretaria de Ciencia y Tecnología de la Universidad Nacional de Rosario destacó la iniciativa Manos a la Ciencia. “La idea es propiciar y estimular a los jóvenes para que vean si realmente tienen vocación científica y este programa es fundamental para llegar a los estudiantes de la enseñanza media. Es una etapa muy propicia porque los puede ayudar a definir su futuro y nosotros desde la Secretaría queremos transmitir la importancia de que los docentes investigadores se involucren y hagan participar a los estudiantes de los proyectos”. Asimismo, la actividad “Manos a la Ciencia. Ideas – Proyecto” fue declarada de Interés por el Senado de la Nación, tras un proyecto presentado por el senador Omar Perotti, quien se hizo presente para entregar el diploma declaratorio.  Emocionado y agradecido por la sorpresiva distinción, Fernández expresó: “Ojalá que algún día este tipo de cosas sean políticas de estado y se empiece a articular a los científicos con el nivel medio de educación porque los estudiantes y los docentes lo están pidiendo”. #iidefar #steam #maxplanck #paisciencia

  • Coloquio del Premio Nobel de Física 2012, Dr. Serge Haroche, en la UBA

    Serge Haroche viajará a la Argentina con motivo del acto de entrega del Premio Fundación Bunge y Born y Premio Estímulo 2017 en Física. El Premio Nobel participó como jurado en la selección de los ganadores y, durante su visita al país, el próximo 29 de agosto a las 16 horas brindará un coloquio especial auspiciado por la Fundación Bunge y Born, en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires. Serge Haroche, profesor del Collège de France y de la École Normale Supérieure en París, recibió el Premio Nobel de Física en 2012 junto a David Wineland por sus investigaciones pioneras en el campo de la óptica cuántica. Sus descubrimientos han sentado las bases de la actual investigación fotónica, que aprovecha las propiedades de las partículas de la luz para crear nuevas tecnologías y profundizar en la comprensión de las leyes físicas. Antes de estos avances, no era posible investigar experimentalmente las propiedades cuánticas de las partículas. Tampoco era posible desarrollar nuevas tecnologías basadas en estas propiedades. “Sus métodos innovadores han permitido dar los primeros pasos hacia la construcción de un nuevo tipo de ordenador super-rápido basado en la física cuántica”, destacó la academia sueca. #premio #exactas

  • Pew Latin American Fellows Receive Boost in Funding

    Grants from two Argentine foundations will help launch Latin American labs to study schizophrenia, HIV, and more. Three Pew Latin American fellows have been awarded grants by the Bunge and Born Foundation and the Williams Foundation to help launch their laboratories in Argentina. These grants will augment awards from the Pew Latin American Fellows Program in the Biomedical Sciences for scientists to study in the U.S., with additional funds to purchase equipment to start their own labs when they return to their native countries. Since 2011, Pew has partnered with the Bunge and Born Foundation to contribute additional financial support to fellows returning to Argentina. This year, the Williams Foundation joined the effort. Combined, Bunge and Born and Williams awarded three grants of $35,000 each: Javier G. Magadán, Ph.D. (2007 fellow) is an assistant professor at the Institute of Histology and Embryology of Mendoza at the National University of Cuyo in Argentina. Magadán will be characterizing an HIV-1 protein to study its role in disease virulence. As a fellow, he worked with Juan S. Bonifacino, Ph.D., at the National Institutes of Health, where he investigated HIV and host-cell interactions. Verónica C. Piatti, Ph.D. (2010 fellow) studied how neurons in the brain establish and form memories—work that was guided by Jill K. Leutgeb, Ph.D., at the University of California, San Diego, during her fellowship. Piatti now leads a new line of research in the laboratory of neuronal plasticity at the Leloir Institute in Argentina, where she is setting up the first neuronal recordings during animal behavior at her institution. Estefanía P. Bello, Ph.D. (2013 fellow) conducted her postdoctoral research at Columbia University, where she studied the effect of the chemical dopamine on schizophrenia with Eric R. Kandel, M.D. She now is a research associate at the Institute of Physiology and Biophysics Bernardo Houssay, where she will continue to dissect the neurological basis of schizophrenia. In a separate boost of support for Latin American scientists, Williams is also providing an additional year of U.S. research funding to an Argentinian Pew fellow. Pew’s program supports two years of training in the States; the additional Williams funds grant one individual a third year before his or her return to Latin America. Luisina De Tullio, Ph.D. (2014 fellow) is the first awardee to receive this generous support. De Tullio is a postdoctoral research scientist at Columbia University, working under the guidance of Eric C. Greene, Ph.D. She is studying the molecular system that corrects DNA breaks—research that could enable additional insights into how cells protect us from DNA damage and the formation of cancer. When she completes her U.S. studies, De Tullio hopes to continue her groundbreaking work in Argentina. #pew #fundacionwilliams

bottom of page