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Voces de lujo en la Academia Nacional de Ciencias

La institución, fundada por Sarmiento en Córdoba, cumple 150 años y organizó charlas de científicos de diferentes áreas. Las cordobesas Gabriela González y Sandra Díaz encabezaron las disertaciones, que siguen hoy.


Referentes. Gabriela González y Sandra Díaz, cordobesas con reconocimiento internacional. Foto: La Voz del Interior (Ramiro Pereyra)

LA VOZ DEL INTERIOR, 12 de septiembre de 2019 - Durante las primeras décadas de vida, la Academia Nacional de Ciencias (ANC) se dedicó a explorar el territorio argentino en busca de nuevas plantas, animales y geografías. Estas expediciones tenían la misión de conocer los recursos humanos del país.


Domingo Faustino Sarmiento sabía de la importancia que tenía la ciencia para el desarrollo del país. Por eso es que durante su presidencia decide crear la academia, a pesar de que el país estaba inmerso en plena Guerra de la Triple Alianza.


Ayer, la institución celebró sus 150 años. El acto fundacional fue una ley promulgada el 11 de septiembre de 1869 que habilitaba al presidente de la Nación a contratar a 20 profesores extranjeros para investigar y dar clases de ciencias naturales en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).


Lejos de aquellas expediciones pioneras por el entonces desconocido territorio nacional, ahora la academia apuesta por promover la ciencia con otros medios.


“Hoy, las academias del mundo se dedican a promover la ciencia, por ejemplo, con el intercambio de publicaciones, con diferentes premios para reconocer el trabajo científico, conferencias para especialistas y público en general y muestras científicas”, detalló Juan Tirao, presidente de la ANC.


El académico también valoró el esfuerzo de la gente que integra la institución para poder lograr esta celebración en plena crisis de la ciencia argentina de la que la academia no está exenta.


La celebración comenzó el lunes con actividades orientadas a las escuelas y los niños, una de las misiones que se ha fijado la institución en esta nueva etapa.


El martes se llevaron a cabo una serie de conferencias en conjunto con la Academia de Ciencias de América latina. Este es otro hecho destacado: en los últimos años, la ANC ha consolidado vínculos con instituciones hermanas de la región.


Ayer, el día de la fundación, se realizaron los actos centrales. A primera hora, la física cordobesa Gabriela González fue promovida como miembro de la academia. La presentación estuvo a cargo de Tirao.


González dio una charla sobre Einstein, agujeros negros y ondas gravitacionales. La egresada de la UNC fue protagonista de la primera detección de ondas gravitacionales realizada en 2016.


La investigadora explicó cómo se pudo realizar semejante proeza técnica: medir un pequeño bamboleo en la matriz espacio-tiempo desde la Tierra que fue generado por la colisión de dos agujeros a miles de años luz de distancia.


González aseguró que ya han publicado los resultados de 10 detecciones de ondas gravitacionales y que, en esta nueva etapa, están detectando entre cinco y 10 episodios por mes. Indicó que en el futuro se van a sumar otros detectores que permitirán oír mejor estas ondas. “Estamos en los principios de la observación de las ondas gravitacionales”, aseguró.


Luego, Pedro Depetris, vicepresidente de la ANC, presentó un libro que conmemora el 150º aniversario y que realiza un detallado recorrido por la historia de la institución. Además, estuvo presente Gerardo della Paolera, de la Fundación Bunge y Born, quien brindó apoyo para la edición del trabajo. Della Paolera elogió el tesón con el que la institución sigue sosteniendo la ciencia en un país con tantas turbulencias.



Ecología funcional


Luego fue el turno de Sandra Díaz, bióloga cordobesa, miembro de la ANC con gran prestigio internacional en la disciplina conocida como ecología funcional.


Destacó que los humanos han sentido curiosidad por conocer la naturaleza desde siempre. Detalló que, 50 años atrás, se pensaba a la naturaleza como un recurso natural que podía facilitar el progreso de la civilización y que, al mismo tiempo, se podía proteger aislándolo de las actividades humanas.


Esa visión cambió y ahora se entiende a los humanos como parte de la naturaleza, según aseguró. “El bienestar humano depende de una manera compleja y profunda de la naturaleza”, dijo.


Agregó: “Influimos de manera directa e indirecta en la naturaleza aunque vivamos en medio de una ciudad”. También recordó que sólo un cuarto de la superficie terrestre y marina no está impactado por una actividad humana.


A la tarde, Santiago Kovadloff dio la conferencia sobre “La ciencia, una meditación filosófica sobre su significado”. El acto central se realizó a las 18, con la presencia de autoridades municipales, provinciales y nacionales. Hoy y mañana, la celebración continuará con el V Congreso Argentino de Historia de la Geología.

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