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El impacto del aislamiento social en el país, relevado por la Fundación Bunge y Born



  • Sin distinciones entre sectores sociales, un 80% cree riesgoso salir del hogar, acepta el aislamiento social y adopta cuidados preventivos como el lavado de manos.

  • A medida que aumenta el nivel educativo, la aceptación de la cuarentena disminuye, pero solo el 5% cree que es una medida autoritaria e innecesaria.

  • En términos laborales: el 48% se vio perjudicado, con mayor impacto en los sectores de menor nivel educativo. Un 33% fue suspendido o despedido durante la pandemia.

  • Hubo un crecimiento en la necesidad de salir a trabajar y en la de distracción, especialmente en CABA y otros centros urbanos.


El Índice de Propensión al Riesgo en Salud (IPRIS), desarrollado por la Fundación Bunge y Born, busca comprender los determinantes y motivaciones de los argentinos, que condicionan las decisiones de aislamiento como medio de prevención al contagio del COVID-19. Es decir, evaluar el costo de oportunidad que tiene para el sujeto mantener la cuarentena.


Se trata de un relevamiento de opinión pública, en todo el país, elaborado mediante 4.857 encuestas completas a teléfonos celulares, a personas mayores de 15 años. Se realizó con un cuestionario cerrado, durante cuatro semanas (entre el 23 de abril y el 19 de mayo de 2020).


Los datos se relevarán de forma continua, lo que permitirá seguir detectando las variaciones en el tiempo, para lograr insumos útiles para campañas de información y toma de decisiones, de acuerdo al contexto socioeconómico, grado de vulnerabilidad frente a la enfermedad, y percepción del riesgo de los ciudadanos.


El estudio fue presentado por el Director Ejecutivo de la Fundación Bunge y Born, Gerardo della Paolera; la coordinadora senior de proyectos, Brenda Walter; el analista senior de proyectos, Julio Ichazo; el especialista en Estadística matemática y profesor de Metodología de Análisis en Opinión Pública (UBA), Tomás Olego y el Doctor en Economía, Guillermo Bozzoli; ambos fellows de la Fundación, y equipo.


Resultados sobre hábitos y riesgos


Existe una amplia aceptación de la cuarentena y/o aislamiento social (80% cree poder cumplirla) con una evolución estable en el tiempo, con la excepción del GBA, donde se percibe un cambio en el objetivo. Aumenta cuidar a “las personas que quiero”, con disminución de “para cuidar la salud de los ciudadanos”. Y, a medida que aumenta el nivel educativo, la aceptación del aislamiento, disminuye.


El 80% de los entrevistados afirma lavarse las manos con mayor frecuencia que antes, práctica que tiene una adhesión muy alta en todas las franjas de la población (sin variación entre segmentos de edad, nivel educativo, factores de riesgo), y sin variaciones temporales o interprovinciales.


También el 80% (41% muy riesgoso, 39% moderadamente) considera que existe algún tipo de riesgo en salir de sus hogares, este sentimiento se acrecienta entre los mayores y las personas con enfermedades preexistentes. Sin embargo, en términos de variaciones temporales, va disminuyendo la consideración del COVID-19 como muy riesgoso a moderadamente riesgoso.


En principio, un 55% no se siente identificado con la necesidad de salir de casa para distraerse y/o hacer ejercicio vs. un 37% que sí. A nivel país, se observa un aumento en esta necesidad, la cual luego se estabiliza. Los mayores contrastes se dan entre las grandes ciudades como CABA, Córdoba o Santa Fe, donde se observa un aumento en la necesidad de salidas recreativas y el GBA, donde esta necesidad ha crecido muy poco con el paso del tiempo.


Impacto económico


Casi el 48% se vio perjudicado en términos laborales a causa de la pandemia. Aquellos más castigados han sido los de menor nivel educativo. Dentro de este grupo, un 27.25% se quedó sin trabajo, mientras que un 5.83% fue suspendido y un 15.53% trabaja menos horas que antes.


A medida que pasó el tiempo, a nivel país, más ciudadanos necesitan salir para ir a trabajar: al comienzo (54%) cuatro semanas después (60%), y con mayor proporción aquellos con menor nivel educativo relativo, y menor nivel de resiliencia a la crisis económica. En la ciudad de Buenos Aires, esta necesidad era del 40% y creció hasta sobrepasar el 60%, lo que es un cambio que no se advierte tan bruscamente en otra zona y tampoco en el GBA.


Lo que se observa es que aquellos que pasan por dificultades laborales, no tienen una concepción negativa del objetivo de la cuarentena, con lo cual la aceptación de su propósito no está directamente relacionada con los resultados económicos. Incluso, entre quienes perdieron el trabajo a causa de la cuarentena, 87% tiene una postura altruista respecto de la misma.


Al contrario, es el nivel educativo el que impacta sobre las consecuencias económicas y su concepción.


Para acceder al material de prensa, hacé click acá.

Acerca de la Fundación Bunge y Born


La Fundación Bunge y Born (FBB) es una organización sin fines de lucro de alcance federal fundada el 1 de agosto de 1963. En la actualidad, con un renovado plan estratégico, invierte en innovación social y promueve el desarrollo de soluciones novedosas a problemas educativos, culturales, científicos y de salud pública.


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