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El XLab tendrá una sede en Rosario

El XLab, un laboratorio para que estudiantes secundarios incursionen en la ciencia, tendrá una sede en Rosario.



La doctora Eva-María Neher, durante su visita a Buenos Aires. Crédito: PATRICIO PIDAL/AFV

LA NACION, 17 de septiembre de 2018 - A Eva-María Neher, doctorada en química y biofísica en la Universidad de Göttingen, no le bastaba con tener una hermosa familia, cinco hijos y un marido tan exitoso que había ganado nada menos que el Premio Nobel (Erwin Neher que, siendo un treintañero y junto con Bert Sakmann, descubrió los canales iónicos, unas moléculas en la membrana celular que permiten el paso de los átomos cargados y son la puerta de ingreso a la célula para muchos medicamentos).


"No estaba hecha para solo llevar a los chicos a sus lecciones de música -recuerda, un poco en broma y otro poco en serio, durante una visita a Buenos Aires-. Después de una estadía en los Estados Unidos, cuando mi hija menor tenía dos años, decidí hacer algo relacionado con la ciencia".


Ese "algo" resultó ser un enfoque innovador de la enseñanza de la ciencia para estudiantes secundarios. Empezó dando algunos cursos experimentales para los chicos más interesados de la escuela de sus hijos. Siguió por hacerse cargo de toda la enseñanza de química. Después, se dijo: "OK, lo que estoy haciendo aquí es lindo, pero tengo que darle mayor trascendencia para que más chicos se beneficien de esta experiencia".


Esa fue la idea inicial del XLab, un laboratorio experimental para que alumnos de escuelas secundarias puedan hacer ciencia con sus propias manos. Iniciado en 2000 y ubicado en el centro mismo del campus científico de la Universidad de Göttingen, recibe anualmente a 700 estudiantes alemanes de entre 17 y 21 años, y muchos otros que llegan durante el verano desde 48 países para hacer una estadía de tres o cuatro semanas.



Sede en la Argentina


Ahora, Eva-María Neher y Claudio Fernández, director del Instituto Max Planck de Rosario, acordaron que desde el año próximo habrá una sede asociada con el XLab en la ciudad argentina. Sería el primero fuera de Alemania.


"Ya modificamos una sección del Instituto y la dedicamos a los estudiantes, que trabajarán en biología molecular, química, bioinformática, física y biología -cuenta Fernández-. Tenemos un auditorio donde se van a dar clases teóricas por la mañana, y a la tarde van a tener actividades experimentales. Con los proyectos Viví ciencia y Manos a la ciencia, los chicos están viniendo una vez cada 15 días, pero la idea es que cada escuela pueda venir por lo menos una semana. Con apoyo de la Fundación Bunge y Born, y Medifé, solventamos 250.000 pesos para cuatro proyectos de escuelas secundarias que están en marcha. La inversión edilicia rondará los 300.000 dólares".


Fernández se enorgullece de que el 52% de los estudiantes que trabajaron durante un año con el Instituto iniciaron una carrera universitaria relacionada con la biología, la química, la bioquímica o la biotecnología. "El impacto de estas actividades es muy alto", destaca. Los profesores son investigadores y estudiantes de doctorado.


Por su parte, los cursos del XLab de Göttingen involucran a entre 12 y 18 estudiantes con un científico dedicado de forma permanente a estas actividades. "El secreto del éxito es que son científicos con una sólida formación en investigación, pero que están dedicados a la docencia. Aman la ciencia y aman enseñar -dice Neher-. Tenemos dos laboratorios de biología y dos de química, y cada uno viene con un aula de seminario. Los experimentos duran por lo menos un día."


Neher confiesa que desde sus inicios quiso llevar el XLab a otros países y construir una red internacional. Al conocer a Fernández, en 2017, este le mostró lo que estaban haciendo en Rosario y decidieron firmar una carta de intención que ahora fue validada.


"Estamos hablando con diputados y senadores para que esto se transforme en una política de Estado -destaca el científico-. La idea es hacer un XLab Rosario, asociado con el de la Universidad de Göttingen. Después de uno o dos años, se podrían seleccionar algunos para que viajen a hacer la experiencia en Alemania".


Neher, que sintió inclinación por la ciencia desde muy chica, espera ayudar a despertar esa misma vocación en los chicos argentinos a través de una colaboración muy fructífera.




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