Más seguridad para los alumnos rurales de Sunchales
El municipio de Sunchales, en conjunto con la Agencia Provincial de Seguridad Vial (Apsv), entregó chalecos refractarios a diferentes escuelas de su jurisdicción.
LA VOZ DE SAN JUSTO, 23 de noviembre de 2017 - La noticia señala que el municipio de la ciudad santafesina de Sunchales, conjuntamente con la Agencia Provincial de Seguridad Vial (Apsv), realizó una entrega de chalecos refractivos a las escuelas rurales Nº 806 "General José de San Martín", Nº 1.192 "Fortín de los Sunchales", Nº 901 "La Manuelita", y Nº 625 "Nicolás Avellaneda", todas de su jurisdicción. Estos elementos se destinarán a los chicos que estudian en dichos establecimientos, quienes muchas veces deben transitar largos trayectos para llegar a clases, tanto por rutas provinciales o nacionales como por caminos rurales.
El uso de chalecos o chaquetas refractantes en las ciudades es obligatorio tanto para el conductor de motocicletas como para su acompañante, y deben ser visibles cuando se conduzca entre las 18:00 y las 6:00 horas del día siguiente y cuando la visibilidad sea escasa. Vale decir, que el chaleco que se porte deberá estar identificado con el número de la placa del vehículo en el cual se transita. Si esto no se cumple en las ciudades, es lógico que tampoco se verifique en el ámbito de la ruralidad.
Aquí cobra importancia real la medida dispuesta en Sunchales. Se trata de una acción beneficiosa para la seguridad de cientos de alumnos santafesinos que viven en el campo, pero que no por ello sus familias dejan de apostar a la educación. Lo cierto es que la seguridad en el viaje desde su hogar hasta la escuela no es la mejor por las circunstancias en las que debe realizarse el viaje.
Por un lado, algunos padres acercan a sus hijos en motos que circulan por polvorientos o barrosos caminos, pero también por rutas troncales. Muchas veces lo hacen sin cascos protectores y, en determinadas circunstancias incluso sin las luces reglamentarias. En otros, los niños se agrupan en paradas de colectivos de media distancia a la espera del servicio. Están a la vera del camino y no siempre llevan el guardapolvo blanco que permitiría una identificación a la distancia. Basta recorrer los caminos de toda la región para comprobar que estas situaciones se verifican en horarios puntuales -los de ingreso y salida de las aulas-, que a veces también coinciden con el amanecer o el atardecer, lo que complica aún más las cosas.
Según el último reporte educativo de la Fundación Bunge y Born, los alumnos del sector rural representan, aproximadamente, el 11 por ciento de los alumnos del sistema educativo total pero, en total de escuelas primarias del país, más del 40 % son rurales. La explicación es que hay muchas escuelas pero con muy baja matrícula, incluso con un solo alumno. Por ejemplo, mientras que en el sector urbano, de 1° a 6° grado, hay en promedio 202 alumnos por institución, en el ámbito rural esta proporción disminuye el 75 %, y es de sólo 50 alumnos. Incluso en muchos casos se trata de escuelas que tienen muy reducida población, pero no por ello debe dejarse a estos estudiantes librados a su suerte cuando tienen que recorrer el trayecto hasta la escuela.
Por esto, la entrega de chalecos refractarios llevada adelante en Sunchales bien merece ser replicada en otros municipios. Porque estos dispositivos acrecientan la seguridad de los pequeños alumnos, lo que es una obligación que el Estado no puede eludir.
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