EJE: “Me pude conectar con mi hijo a través del juego”
El miércoles 19 de octubre entregamos un reconocimiento a las primeras familias que completaron los 32 encuentros de EJE (Espacio de Juego y Encuentro) en el Centro de Primera Infancia “Mis Primeros Pasos”, en el barrio de Chacarita, Ciudad de Buenos Aires.
Esta iniciativa, que desarrollamos desde 2019 en la Fundación Bunge y Born, comenzó en alianza con la Asociación Civil GES y, desde 2022, se sumaron la Asociación Civil "Rayito de Esperanza" (CPI Arcoíris de Ilusiones), la Asociación Civil "Gurises" (CPI Hakuna Matata), la Asociación Civil Convivir (CPI Pulgarcito) y la Asociación Civil "Años Felices" (CPI Mis Primeros Pasos).
La propuesta "Espacio de Juego y Encuentro" consiste en crear un espacio recreativo, moderno y saludable en barrios vulnerables de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde los niños compartan tiempo de calidad con los adultos a su cargo con el objetivo de potenciar su desarrollo cognitivo y socio-emocional estimulando distintas habilidades relacionadas con el lenguaje, la capacidad de representación abstracta, habilidades metacognitivas y de autorregulación a partir del juego.
Durante el acto de entrega de certificados, las familias se mostraron muy emocionadas por el encuentro. Realizamos la entrega con mucha alegría y compartimos un desayuno para chicos y grandes. En ese marco, algunos de los participantes de la iniciativa conversaron sobre su experiencia y el interés por continuar asistiendo al espacio.
Carolina, mamá de uno de los niños participantes, se acercó a contarnos cómo transitó el taller con su hijo de 3 años que presenta dificultades en el lenguaje. Relató que, a partir de los encuentros escalonados de EJE, el niño fue incorporando nuevas herramientas para relacionarse con ella y con su entorno.
“Me pude conectar a través del juego porque era muy difícil que él se pudiera comunicar, no me dijo "mamá" y lo hizo una vez empezado el taller. El último día unió dos palabras en una oración”, confesó Carolina, conmovida.
El juego constituye una herramienta para potenciar el desarrollo cognitivo y socio-emocional de los niños. Sin embargo algunos factores como falta de espacio físico, escasez de tiempo o motivación parental y la presencia de estresores ambientales, atentan contra las oportunidades reales que los niños tienen para aprender a jugar.
Carolina resalta la organización en la dinámica de las actividades propuestas: “Todo tiene un sentido, un hilo conductor, cada juego tiene un objetivo, hasta el juego de la botella porque así Galo empezó a mirarme cuando normalmente él esquiva la mirada”.
"Todos los niños nacen con predisposición para el juego. Jugar exige contacto físico entonces estrechamos el vínculo de confianza de un nosotros somos", explica Laura Trimarco, fellow de la Fundación Bunge y Born.
Por su parte, Lourdes, otra mamá participante, observó que previo a su concurrencia a EJE la niña era más inquieta y desde que está con Lili, una de las facilitadoras del espacio, notó una evolución: "Comparte más conmigo”.
“La propuesta me encantó por ser un encuentro muy lindo con mi hija. Si se pudiera volvería a repetir o vendría más días”, destacó Lourdes.
De este espacio lúdico pueden participar niños y niñas de entre 18 y 48 meses que, durante un tiempo, preestablecido comparten juegos pautados y libres con la persona adulta mayor responsable de su crianza y una facilitadora les provee los materiales seleccionados para cada jornada.
Para quienes deseen participar de la iniciativa, las inscripciones están abiertas. Para más información, pueden escribir a info@fundacionbyb.org.
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