Constructores de futuro
Los hijos se parecen más a su tiempo
que a sus padres (Proverbio Árabe)
Por Ricardo Zanfardini, Fellow
La repercusión de los primeros años de vida, es sabido que impacta en el desarrollo futuro de un niño camino a todas las demás etapas de su vida. Cerebro, cuerpo y emociones encuentran en este periodo el espacio ideal para su futura capacidad de crecer saludablemente, en todo sentido.
También es importante saber que desde hace unos años, gracias a sistemas y leyes de Protección Integral de Derechos, a la Declaración Universal de los Derechos del Niño y otras herramientas legales, sumado a la visibilidad que dan, los Estados y Organizaciones de la Sociedad Civil a la Primera Infancia y; consecuentemente a la Educación Infantil, se ha convertido a los niños en sujetos de derechos y atención. La defensa sus derechos, se ha convertido en un símbolo de compromiso para este segmento social.
En función de esto, debemos reconocer que ya la infancia no existe como concepto universal; debemos pensar las infancias como grupos de sujetos con anclajes culturales distintos, problemas sociales y económicos distintos, atravesados por diversas problemáticas que evidentemente necesitan diversos abordajes: educativos, sanitarios, sociales, económicos y hasta me atrevo; psicológicos y/o emocionales. No hay Infancia, co-existen Infancias. No debe haber pedagogías deben fundarse contra- pedagogías que articulen la posibilidad de con la alternativa a/hacia ante las cuestiones estructurales, de fondo o de forma que no funcionan.
Ahora bien una posibilidad es refundar los abordajes con impronta destacada en vínculos familiares y estrategias lúdicas; haciendo valer su significado; reformulando las prácticas en todas y cada una de sus formas, para hacer posible el desarrollo integral del niño, su inclusión social, su “ser” sujeto de derechos. Re-significar el valor de los juegos y los vínculos como primer eslabón en el avance de una sociedad más equitativa y en infancias signadas por la igualdad.
Capacidades y destrezas es lo que ejercitamos jugando, con el valor agregado de divertirnos al hacerlo, esto es jugar. Pero también jugar nos da la posibilidad de aprender a tomar decisiones, resolver problemas, estar alertas y reaccionar ante determinadas percepciones, entre otras cosas…nos prepara para la vida.
Pensando un modelo replicable y sustentable para mejorar la calidad de la interacción entre el cuidador y el niño, a través de espacios de juego; desde la Fundación Bunge y Born creamos EJE; “Espacio de Juego y Encuentro”.
Espacio de Juego y Encuentro se lleva a cabo en una sala equipada y diseñada para mejorar la calidad de las interacciones entre el adulto que cuida y el niño/a a cargo dentro de la franja etaria de 1 año y medio a y 3 años de edad. La propuesta lúdico-pedagógica está compuesta por 32 encuentros, que se producen a lo largo de 16 semanas, guiados por tarjetas de juego. El recurso que se usa para jugar es de LEGO DUPLO, combinado con algunos materiales complementarios. Sin embargo, el principal recurso con el que cuenta la propuesta son los mismos adultos cuidadores y el protagonismo del niño/a.
Desde la implementación de EJE en distintos espacios que trabajan con esta población logramos: por un lado; promover el hábito del juego compartido entre el cuidador y el niño y por otro; aumentar la cantidad y mejorar la calidad de las interacciones entre niños de 18 a 33 meses participantes de la actividad con su cuidador o adulto de referencia.
También en la primera infancia aparece una constante construcción de vínculos, sobre todo afectivos, en la relación adulto-niño/a. Este proceso es permanente y de ida y vuelta; el adulto da y recibe y el niño/a da y recibe, ambos sujetos otorgan elementos y/o aportes significativos en el vínculo. Y uno de los principios de los vínculos surgen en la comunicación.
Bajo la premisa de como incorporar hábitos simples que ayuden a estimular la creatividad y autoestima de los niños y contribuyan a mejorar sus habilidades cognitivas, socioemocionales y de lenguaje, desde la Fundación Bunge y Born se trabajó en una iniciativa digital basada en principios de la economía conductual.
Crianza en Red es una campaña de comunicación de diez semanas de duración, dirigida a padres, madres y otros cuidadores de niños de 6 meses a 2 años de edad. Metodológicamente se envían mensajes masivos tres veces por semana vía WhatsApp abordando, en forma secuencial, distintos aspectos de la crianza y el desarrollo infantil temprano tales como el vínculo entre adultos y niños, el desarrollo del lenguaje, la adquisición de hábitos saludables, y el desarrollo de la motricidad. El proyecto que se orienta a poblaciones vulnerables, se trabaja articuladamente con Organizaciones de la Sociedad Civil y Gobiernos Provinciales y Municipales.
Innovar, refundar las prácticas de abordajes lúdico-pedagógicas debería ser la condición de posibilidad para hacer posible el desarrollo integral del niño, su inclusión social, su ser sujeto de derechos. Resignificar el valor de los vínculos y el juego, como una forma mas de aprendizaje y crecimiento, puede ser el primer eslabón en el avance de una sociedad más equitativa y de infancias signadas por la igualdad. Pienso en pensar que lo pensaremos.